El Manchester United comienza a tragar poco a poco lo que parece que depara el destino. La marcha de Paul Pogba del Old Trafford rumbo al Real Madrid es una de esas insistencias que al final acaban dándose. El deseo de Zinedine Zidane sumado al par de intentos fallidos por su fichaje hacen esta parezca la definitiva. Florentino Pérez apostará fuerte este mes de enero para desbloquear la operación y dar al fin el regalo que tanto pidió su actual entrenador. Y esta historia, la figura de Christian Eriksen parece determinante.
Eriksen siempre ha sido esa segunda opción que ha manejado el equipo merengue para reforzar el centro del campo con un jugador top como requería Zidane. El danés, que siempre ha dejado claro su deseo de salir de Londres e hizo varias carantoñas al Real Madrid, puede tener la llave –entre otros– del bombazo blanco. El Manchester United no quiere desprenderse de su mejor jugador sin antes tener atado un recambio de garantías para el francés. Ese puede ser el jugador de los Spurs.
La llegada de Mourinho al Tottenham no ha cambiado las intenciones de Eriksen: no renovar y probar una nueva aventura lejos de Londres. De esto se quiere aprovechar el United, que ya fracasó en verano, le intentó fichar pero el danés los rechazó, principalmente porque se quedaron fuera de la Champions.
Pese a ello, la directiva de los Red Devils volverá a intentar su fichaje y, según Mirror, ya se han dado los primeros acercamientos del United con el Tottenham para volver a abordar el fichaje este mes de enero. Eriksen acaba contrato en 2020 y será libre de negociar su futuro a partir del próximo mes de junio completamente gratis. Ante esta situación los Spurs intentarán darle salida sí o sí ahora, rebajando incluso lo que esperaban percibir por él hace unos meses a la mitad: por menos de 50 kilos está en el mercado.
El escollo pendiente para el United será convencer al jugador. La propuesta, más allá de lo económico, debe ser suculenta en lo deportivo y la situación actual del equipo no es halagüeña. La marcha de Pogba y ser él el nuevo líder del equipo podrían cambiar la percepción del danés para vestir de rojo en Old Trafford.
