La situación de Jadon Sancho está tomando una velocidad de crucero desde que se conociera el fuerte interés del Real Madrid hace unas semanas tras la exclusiva de Eduardo Inda en El Chiringuito. El club blanco está detrás de él, le tiene en su lista y toma nota de su evolución en el Borussia Dortmund desde que llegara allí en 2017. Desde que se conociera las intenciones merengues con el joven extremo británico su relación con el club alemán ha ido deteriorándose hasta tal punto que en enero pueden separar sus caminos.
A Sancho le siguen desde la Premier League tanto Liverpool como Manchester United y en España también le tiene controlado el Barcelona a la espera de una oportunidad para atarle que podría estar produciéndose en estos momentos. Las pretensiones del jugador en estos momentos son claras, solo le interesa un movimiento rumbo a España y ahí es donde saldrían ganando blancos y blaugranas.
Hasta ahora se conocía también el interés del Dortmund de venderle, de abrir la puerta a su salida, poniéndolo en el mercado al mejor postor y con un precio que no bajaría de los 100 millones de euros por uno de los jugadores de la próxima década, de tan solo 19 años. Ahora The Independent pone al descubierto la delicada relación que existe en estos momentos entre el club alemán y el futbolista inglés, el motivo por el que están dispuesto a desprenderse de él en enero.
Al parecer, la cúpula del Borussia Dortmund está cansada de los continuos actos de indisciplina de Sancho. La última de ellas se produjo el día previo a la disputa del trascendental encuentro de Champions ante el Barça, este pasado miércoles. El inglés llegó tarde a la charla previa y última sesión de entrenamiento antes del duelo europeo, algo que ha sucedido con anterioridad y que habría colmado el vaso de la paciencia de los alemanes que querrían deshacerse de él cuento antes, pese a que pudiera conllevar un menor rédito de su salida.
Ya el pasado mes de octubre, Sancho fue sancionado por el Dortmund por retrasarse en su retorno al equipo tras la llamada de Inglaterra durante una fecha FIFA. Tras su último desplante se preparara otra multa y fuentes de The Independent apuntan a una «guerra» entre club y jugador, uno queriendo venderle y el otro queriendo salir, por lo que su futuro parece claro.