Sergio Ramos realizó una visita muy especial en la pasada madrugada a Luka Doncic para el cuarto partido de las finales de la NBA. Además, fue talismán para el esloveno porque los Dallas Mavericks cogieron aire en la serie con una paliza a Boston Celtics (122-84) para agarrarse al milagro (3-1 al mejor de siete). El mítico defensa del Real Madrid de fútbol apoyó a su ex compañero en la sección de baloncesto y este se lo agradeció con una exhibición para mantener vivo a su equipo.
Antes del encuentro, Ramos y Doncic tuvieron un bonito encuentro dentro del American Airlines Center de Dallas en el que se dieron un abrazo e intercambiaron varias prendas de ropa. Lo más llamativo fueron dos camisetas, una de la selección española con el número 15 y otra del Sevilla con el 4 que el de Camas le entregó al base europeo que triunfa en la Liga estadounidense.
Luego, en rueda de prensa, Doncic tuvo unas palabras de agradecimiento para Ramos: «Ha sido un honor tener a Sergio aquí, una leyenda del madridismo, así que ha sido un honor muy grande», dijo Doncic en español. «La gente estuvo estupenda hoy, significa mucho que todavía crean en nosotros», afirmó el esloveno. «Yo me divertí mucho, todo el equipo se estaba divirtiendo. Esa es la clave para nosotros», consideró.
«Luka tuvo un invitado especial y recibió algo de ropa antes del cuarto partido», publicó Dallas Mavericks en sus redes sociales, acompañando las imágenes del balcánico con Ramos. Además de su encuentro con Doncic, este posó posteriormente con una leyenda del baloncesto y un mito de la franquicia como Dirk Nowitzki, también presente para este cuarto duelo de las finales.
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El partidazo de Doncic delante de Ramos
Ante la mirada de Ramos, sentado a pie de campo con una camiseta de Doncic, la estrella eslovena firmó 29 puntos, cinco rebotes, cinco asistencias y tres robos en 32 minutos en pista. Con más de 30 puntos de ventaja, pudo descansar todo el cuarto período, una auténtica bendición para él, que arrastra desde hace semanas problemas de rodilla y en el pecho.
Su cero de ocho en triples se quedó en una anécdota, así como el uno de seis desde el arco de Kyrie Irving (21 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias). Y si a las dos estrellas no les funcionó el triple, Tim Hardaway Jr. se salió con cinco de seis intentos y quince puntos, los primeros de una serie en la que hasta ahora apenas había tenido protagonismo.
