El Real Madrid sufrió la primera derrota de la Liga Endesa ante Gran Canaria (70-75). El equipo de Pablo Laso pagó el esfuerzo realizado en Euroliga ante Fenerbahce y perdió la condición de invicto al séptimo partido de la competición doméstica.
Después de su homérica victoria el jueves ante el Fenerbahce, el Real Madrid pisó el parqué del Wizink con la intención de no dar un paso en falso en Liga Endesa. El Gran Canaria es el clásico rival que condena la relajación después de la Euroliga y Pablo Laso avisó en la previa de los peligros de un equipo canario que representaba una amenaza ante un conjunto blanco saturado de piernas y que tenía las bajas de Williams-Goss y Llull además de las ya sabidas de Thompkins y Randolph.
El objetivo era de firmar la séptima victoria de siete en Liga Endesa y por ello se apresuró en el primer cuarto para encarrilar el partido. Un excelente Taylor y el excepcional Yabusele lideraron la ofensiva madridista en el primer cuarto al que se fueron ocho puntos arriba (21-14). A cinco y medio para el descanso Gran Canaria se puso un punto arriba en el luminoso pero Heurtel no dio lugar a la sorpresa con un triple (29-27). Esa canasta era toda una declaración de intenciones. El conjunto blanco no se iba a dejar sorprender. Con Laso hasta el último minuto del último partido cuenta. Y contra Gran Canaria aún más. Finalmente, el partido se fue igualado al descanso (35-35) gracias a un Yabusele que se fue a los vestuarios como máximo anotador del duelo con 10 tantos.
El Real Madrid intentó marcharse en el tercer cuarto gracias a Tavares pero el Gran Canaria siguió firme y mantuvo igualado el partido hasta los últimos minutos. Incluso se llegó a poner cuatro puntos arriba cuando restaban poco más de dos minutos para llegar a los últimos diez. Pablo Laso tuvo que pedir tiempo muerto para intentar ponerle soluciones a un equipo que estaba negado desde el lanzamiento exterior. Abalde y Tavares le pusieron freno a la hemorragia en los últimos segundos y el Gran Canaria se fue uno arriba al último y decisivo cuarto (52-53).
Y Gran Canaria comenzó mejor. A falta de seis para el final, Ennis anotó un triple para dar la máxima renta en el partido a los canario (58-64). Era una realidad: el Madrid estaba en serio peligro y Ennis volvió a poner más diferencia en el marcado con otro triplazo. Gran Canaria estaba diez arriba y tenía el partido en su mano. Pero como tantas veces ha sucedido en los últimos años, cuando peor estaba el Real Madrid resucitó gracias a Tavares, Abalde y Rudy Fernandéz, que pusieron al conjunto blanco a un punto con un parcial de 9-0 en apenas minuto y medio. Con iguales a 69-69 en el marcador, Slaughter anotó un triple y Alocén otro falló cuando lo tenía todo a su favor. Eso y un rebote de Brussino le dieron la victoria a Gran Canaria ante un Real Madrid que pagó cara la resaca de la Euroliga.
