El Real Madrid derrotó al Alba Berlín, colista de la fase regular, en la jornada 11 de la Euroliga para evitar otro lío como el del pasado domingo. Segunda victoria consecutiva de los blancos para coger confianza con un ya consagrado Xavier Rathan-Mayes (16 puntos), que da valor a la unidad B de Chus Mateo en una tarde para la ilusión con el regreso de Dzanan Musa (13) ante un equipo alemán muy serio guiado por el italiano Gabriele Procida (máximo anotador con 18).
El rival de este jueves parecía asequible para el Real Madrid, pero también lo era el Básquet Lleida y el susto fue tremendo, por lo que los blancos debían salir enchufados. Una temprana rotura de la red de la canasta en la que atacaban los de casa frenó el arranque, pero la muñeca de Mario Hezonja (11 puntos) se conservó caliente y le dio a los suyos los primeros puntos en un buen comienzo del Alba Berlín y de su piedra preciosa, Procida (12-14).
Musa reapareció tras su lesión y el Real Madrid lo notó en la fluidez de su juego, aunque a decir verdad fue mucho más efectivo el de los alemanes de cara a canasta. Los blancos lograron acabar el primer cuarto mandando por la mínima, pero el Alba Berlín se puso 11 arriba (26-37) con un acelerón que confirmaba su buen inicio.
La entrada de Alberto Abalde dio vitamina a su equipo (9 puntos en el segundo cuarto) y los de Chus Mateo igualarían sobre la bocina con una gran acción de Gabriel Deck para poner el 55 iguales. El partido se lo iba a llevar el que más encestara porque las defensas parecían invisibles en ambos conjuntos. Un parcial de 9-0 le dio aire al Real Madrid frente al Alba Berlín en la reanudación con un Rathan-Mayes que estaba volviendo a tener su noche.
Un final tranquilo del Real Madrid ante el Alba Berlín
Los blancos lograron una buena ventaja de cara al último cuarto (79-68), pero ni mucho menos como para estar tranquilo, ya que ha habido pocos asaltos finales en calma esta temporada en el WiZink Center. Chus Mateo era el primero que no se fiaba quitando a Serge Ibaka con 15 puntos en la buchaca para sostener al equipo en defensa con la entrada de Walter Tavares a seis minutos del final.
Con todo ello, el Real Madrid se había asegurado un término de encuentro tranquilo y un triunfo con el que ya pone la mirada en el Clásico del próximo jueves contra el Barcelona en el Palau Blaugrana. Será la primera prueba de fuego real para los blancos este curso para la que llegarán tras una semana completa de descanso y con algo más de moral para enfrentarse a un Barça mermado por las lesiones, una condición que comparten ambos rivales.
