El Real Madrid arrolló al Girona, equipo contra el que se dio su primer homenaje de la temporada en el partido matinal de este domingo en la jornada 4 de la Liga Endesa (95-67). Con la fuerza de Walter Tavares, la magia de Facundo Campazzo y el descaro de Mario Hezonja (todos ellos 14 puntos), los blancos amargaron al cuadro catalán con una superioridad que rozó la treintena. Sólo Aljami Durham (21 y máximo anotador del choque) y Guillem Ferrando (17) pudieron llegar a sostener la anotación del equipo visitante.
Paliza y mañana tranquila en el WiZink Center, donde quieren hacerse fuertes en los otros dos encuentros que jugarán en la semana que entra (jueves a las 20:45 horas contra el Estrella Roja y domingo a las 12:30 horas frente al Manresa). Un día en el que además se divirtieron los de blanco con canastas imposibles como la de Sergio Llull en el bocinazo del tercer al último parcial, con la irrupción de Hugo González (nueve puntos, seis rebotes y dos asistencias en 18:11) y el debut de El Hadji ‘Sidi’ Gueye.
A ritmo de Campazzo arrancó el Madrid de un Chus Mateo que como poco ya ha encontrado a sus cinco de inicio. Calcaba el quinteto que en buena parte le dio la victoria ante el Panathinaikos compuesto por el base argentino (10 puntos, tres asistencias y dos rebotes en el primer parcial), Alberto Abalde, Dzanan Musa, Eli John Ndiaye y Tavares. Y no lo tocó hasta bien entrado que quedaron 3:15 minutos para el final.
También hubo un susto, y es que el alero bosnio, en un intento de triple imposible, cayó de mala manera y tuvo que pedir el cambio. Pudo volver a pista Musa, pero sólo acabo jugando 10:53 y las primeras exploraciones apuntan a un esguince de tobillo. Esa fue la nota negativa de un choque en el que el protagonista fue Hugo González, al que alabó a la postre su entrenador en rueda de prensa.
Esperó a meter los dos de los tres tiros libres concedidos por la falta exterior y luego dio paso a Hezonja, dejando en incógnita su continuidad sobre el parqué del Palacio de los Deportes. La renta inicial fue de cinco puntos (23-18) para el Real Madrid ante un Girona que lo apostó todo al triple (57%) y que a posteriori encontraría a su torre en James Nnaji, ese cedido por el Barcelona, cuya puesta en escena fue un taponazo a Tavares y un 2+1.
Fuertes en las dos zonas
La férrea defensa en el inicio del segundo cuarto le dio aire al conjunto blanco y presión al Girona con una máxima de nueve puntos que creció a 12 con el primer triple de Llull. Se quisieron arrimar los visitantes con dos canastas de tres consecutivas de Ferrando y con la implicación de Durham (16 en la primera parte), pero a ráfagas el Madrid iba diezmando a su rival y poniendo tierra de por medio (45-34 al descanso).
Chus Mateo dio minutos de calidad al joven Hugo González, que acompañó a una sociedad entre Campazzo y Tavares que ahogó a los catalanes. El cabreo en el banquillo del Girona era mayúsculo y no se le ocurrió otra cosa a Fotis Katsirakis que cambiar de un plumazo el quinteto con el que arrancó el tercer cuarto.
El Real Madrid se exhibe contra el Girona
No levantó el pie del acelerador un Madrid que es el rey del tercer parcial (31-15 para el 76-49). Unos minutos cargados de buenos augurios como la autoridad de González y una canasta imposible sobre la bocina marca de la casa de Llull, que se tiró la mandarina y encestó desde su campo. El descalabro seguía para los de fuera y Chus Mateo aprovechó el último cuarto para hacer debutar a otro canterano que hace ocho días cumplía 17 años: Gueye.
Hezonja se subió al carro de Campazzo y Tavares, que se sentó junto a ellos con los mismos puntos: 14. Daba entrada de nuevo a Hugo González en un quinteto juvenil que finiquitó la primera gran paliza del equipo blanco en el presente curso. El Real Madrid niveló el balance (dos victorias y dos derrotas) y siguió haciendo del WiZink su fortín inexpugnable antes de que el siguiente jueves reciba la visita del líder de la Euroliga.