El Real Madrid de baloncesto arrolló al Virtus Bolonia por 100-74 en un partido donde Campazzo volvió a ser el mejor del encuentro. Pleno de victorias y son ya 16 consecutivas en lo que va de temporada. Los de Chus Mateo no conocen todavía la derrota y siguen dando muestras de ser un equipo prácticamente imparable.
Ya lo avisó Chus Mateo en la previa, el equipo italiano era uno de los que estaba más en forma en Europa teniendo sus peligros. Y el comienzo del encuentro fue trepidante con mucho acierto en el tiro por parte del Virtus Bolonia, pero el Real Madrid no iba a ser menos y respondía en todas y cada una de sus posesiones con anotación. Todo de la mano de un gran Tavares, que comenzó a hacerse con la pintura desde el primer minuto del encuentro. Desde las primeras posesiones ya se auguraba resultado abultado y con muchos puntos, pues en la mitad del primer cuarto ya iban 16-17.
El primer cuarto concluyó con ventaja para el Virtus Bolonia (26-27), donde mostró su gran potencial ofensivo. En el Real Madrid, el más destacado fue Tavares, que acabó los 10 primeros minutos con 1o puntos y dos rebotes en los nueve minutos que estuvo sobre la pista.
La igualdad iba a ser la tónica del segundo cuarto. El Virtus Bolonia intentaba marcharse en el marcador, pero el Real Madrid no lo iba a permitir. Los de Chus Mateo no estaban con la misma soltura que de costumbre, pero al menos conseguían seguir a la estala del equipo italiano. De hecho, los blancos se pusieron en varias ocasiones por delante en el marcador alternándose con su rival en la cabeza en el marcador.
Fue un triple de Campazzo para poner el 36-29 el que marcó el cambio de dinámica para el Real Madrid. A falta de cuatro minutos para el final de la primera parte, los blancos se asentaban con una diferencia de siete puntos y con la sensación de no haber tenido que hacer mucho para ello. Daba la sensación de que si ponían una o dos marchas más, el encuentro podía quedar visto para sentencia. Y así fue. Campazzo puso una marcha más y el equipo vaya si lo notó. En un visto y uno visto, el conjunto blanco se fue al descanso con una diferencia de 16 puntos (53-37), con 16 puntos del argentino y 15 de Tavares, los más destacados del partido.
A base de triples
Nada más reanudarse el encuentro, el Real Madrid tuvo la máxima diferencia en el encuentro (62-39) gracias a tres triples. Uno de Musa y otros dos de Deck. Los italianos no conseguían cambiar la dinámica, sino que era el conjunto blanco el que ampliaba la diferencia. Fue a partir de entonces cuando el encuentro entró en una fase de adormilamiento en el que los italianos no reducían distancias y los blancos tampoco quería cerrar definitivamente el partido. El tercer acto finalizó con un resultado de 68-51.
En el último cuarto, los italianos tuvieron un último arreón de orgullo y redujeron la distancia hasta los 12 puntos, pero el Real Madrid tuvo el encuentro controlado en todo momento. Sabían lo que hacían y manejaban los tiempos a la perfección. Finalmente, el encuentro concluyó con la decimosexta victoria de la temporada. Invictos y dando muestras a Europa que es sin duda el rival a batir y el claro favorito para revalidar el trofeo.