La Undécima a 40 minutos de distancia. El Real Madrid vuelve a su amado Stark Arena, donde reinó por última vez en Europa hace cuatro años, donde hizo trastabillar al Barcelona hace dos días, el pabellón serbio, ahí donde Fabien Causeur repite su mejor versión, Yabusele baila con su corpachón, Llull rejuvenece y las torres Tavares y Poirier gobiernan los cielos. Ahí espera el vigente campeón de Europa, el último en sumarse a la élite continental, el Anadolu Efes turco, tres finales de Euroliga seguidas. El cartel suena a música celestial.
Solo faltará Nigel Williams-Goss, lesionado en el primer minuto de la semifinal. Pablo Laso pierde a un buen defensor en la posición de base, esa en la que anda más cojo de efectivos, valga la redundancia, y en la que el Efes tiene a sus mejores armas: Vasilije Micic y Shane Larkin. La montaña parece muy empinada en un primer vistazo, pero… ¿cómo no iba a serlo si en la cima espera el título más importante del baloncesto europeo?
Es la quinta final de Euroliga para el ‘proyecto Laso’, el más estable de todo el continente. Sufre el Barça cada vez que llega a la Final Four, desaparece el CSKA víctima de los afanes bélicos de Vladimir Putin, otros van y vienen, el Fenerbahce, el Olympiacos… Y por ahí anda casi siempre el Real Madrid. El más constante. El que no se rinde. El de Sergio Llull y Rudy Fernández. El Madrid de Laso.
Por tres puntos eliminó al Barça (86-83) y por esa misma renta tumbó el Efes al Olympiacos (77-74) gracias a un espectacular triple de Micic sobre la bocina. Todo lo que no sea más igualdad en la final será una sorpresa. Ataman y Laso se conocen a la perfección. El último asalto gordo, el ‘playoff’ de la temporada pasada, cayó del lado turco después de cinco partidos. La oportunidad de revancha está servida y con un premio mucho mayor brillando en la vitrina.
El dúo dinámico
Una mirada a las estadísticas confirma el duelo de estilos. El Real Madrid domina las alturas: coge más rebotes y coloca más tapones, que se lo digan a Tavares. Lo del Efes es la puntería: mejores porcentajes de triples, de tiros de dos y de tiros libres que su rival. Micic y Larkin. Larkin y Micic. El dúo dinámico. Pero el serbio y el estadounidense no están solos en un bloque más que consolidado, que apenas ha sufrido cambios durante este ciclo triunfal y que tocó el cielo con la Euroliga conquistada hace un año contra el Barça.
Siguen en la plantilla buenos conocedores del baloncesto español: Adrian Moerman, Rodrigue Beaubois, Tibor Pleiss, Chris Singleton, decisivo en la eliminatoria de 2021. También el eterno Bryan Dunston, un guerrero en la pintura al que su equipo necesitarás más que nunca para contrarrestar tanto músculo rival.
Nada de caminos de rosas para ninguno de los dos equipos. El Efes era un polvorín en otoño, pero se fue recuperando, acabó sexto en la liga regular y se deshizo del Milan en cuartos de final (3-1). El Real Madrid parecía muerto hace unas semanas y ya está en su segundo lugar favorito, a un peldaño de la gloria. El primero le espera una vez más.