El Barça frenó en seco la racha triunfal del Real Madrid. Nikola Mirotic por fin pudo celebrar su primer triunfo con la camiseta culé ante el equipo que le hizo debutar como profesional. El hispano-montenegrino fue decisivo en el tercer cuarto apareciendo cuando el balón más quemaba y los blancos llegaron a ponerse a siete tras un primer periodo aciago. El internacional y unos árbitros sensibles con las faltas en ataque dieron aire a unos locales que entraron en el cuarto final sabiéndose ganadores.
Pocos, por no decir nadie, recuerdan un inicio de partido tan malo del Madrid de Pablo Laso en esta década. Los blancos fueron un desastre en el primer periodo tras encajar un impresionante 22-5 con un Barça que dio un clínic defensivo. Al Madrid se le vio poco ágil de piernas en esos minutos iniciales y el 1 de 10 en triples y las 7 pérdidas dejan a las claras que los blancos pagaron sus excesos del jueves en Euroliga cuando asaltaron el OAKA.
El Barça se aferró a una gran racha de Delaney –9 puntos– para afianzar una ventaja que se mantuvo firme hasta los albores del descanso. El Madrid reaccionó conforme los culés relajaron sus líneas defensivas empezando a carburar con Trey Thompkins y Rudy Fernández empezando a anotar triples.
El descanso no hizo que el Barça recuperase el vigor del primer periodo. Los visitantes se aproximaron a siete puntos y cuando todo hacía indicar que el partido podría reiniciarse apareció Nikola Mirotic. El ala-pívot anotó ocho puntos en el momento más complicado, mientras que el Madrid se sumió en una ola de pérdidas de balón con Tavares siendo sancionado con dos faltas en ataque por su excesiva dureza.
El Barça, tras el susto y el pequeño empujón arbitral, espabiló y muestra de ello fue un mate salvaje con la zurda de Tomic que levantó al Palau. A la entrada del último cuarto, los 17 puntos de ventaja parecían una ventaja insalvable para los de Pablo Laso. Thompkins no tiró la cuchara y nuevamente lideró un conato de remontada blanco para situarse a ocho de los locales.
Pesic se volvió loco y pidió a los suyos que volviesen a jugar al límite del esfuerzo defensivo sacando réditos inmediatos. Dos actores secundarios como Kuric y Oriola dieron la puntilla con sendas jugadas de tres puntos a un Madrid que llegó desfondado al final. La derrota no supone nada importante en términos deportivos, pero sí psicológicos. Mirotic por fin se ha quitado su estigma de perdedor con el Madrid. Este Barça ya puede hablarle de tú a tú a la hegemonía blanca.