El Real Madrid sumó su tercera derrota consecutiva en una semana fatídica que acaba con Baskonia conquistando el Palacio de los Deportes. El conjunto Vasco se impuso 94-95 en un choque de alternativas y en el que el sobresaliente rendimiento de Campazzo y Llull no fue suficiente para atar el triunfo. Henry (26 puntos) y Shengelia fueron los artífices del triunfo baskonista.
Se presentaba el Madrid en el Palacio después de dos encuentros en los que había acabado sucumbiendo ante CSKA y Khimki. El periplo ruso, con diferentes estilos de partido, había constatado la irregularidad merengue como visitante, pero el equipo regresaba a un lugar en el que mantenía una racha memorable como invicto, y el Baskonia, a pesar de su historia, parecía un rival propicio.
El encuentro, como tantas otras veces en el Wizink Center, tuvo al Madrid como monopolizador, con Campazzo y Llull como artífices de una puntuación de 30 puntos que comenzó a abrir brecha en el marcador. El festival momentáneo, y esto tampoco es novedad, vino acompañado de una relajación que permitió a Baskonia, con Henry a la cabeza, recuperar la ventaja e incluso hacerse con el liderato parcial al descanso.
La salida de vestuarios debía espolear a los de Laso después de un cuarto en el que se quedaron en escasísimos seis puntos. Con Campazzo de vuelta como reemplazo de un inoperante Laprovittola, el Madrid recuperó parte de su juego, con Baskonia como el rival duro que prometía ser esta temporada pero cuya realidad le ha condenado a la mitad de tabla. El toma y daca permitió el regreso de una anotación abultada, pero la decisión del ganador quedaba para los últimos diez minutos.
Baskonia confirmó su competitividad con un Henry superior y Shengelia y Polonara dominando como dúo de ala-pívots en pista, mientras el Madrid no se encontraba con continuidad, obligado a ir a remolque en el marcador. Los últimos minutos, frenéticos, esperaron con ahínco la remontada de los blancos, sobre todo por parte de un Palacio volcado, pero los triples de Campazzo (7/8 en T3) no encontraron el mismo éxito en defensa, con Stauskas anotando la canasta que llevaba esperándole todo el partido, y Llull, que entró demasiado tarde, se quedó al límite de una nueva machada para, resignado, ver desde el campo la primera derrota del Madrid en el Wizink Center esta temporada.