Jornada 10 de la Euroliga: Real Madrid-Anadolu Efes

El Anadolu Efes vence al Real Madrid y logra derribar el fortín del WiZink 224 días después

20 minutos para cada equipo en un partido en los que los turcos fueron mejores (64-74)

El Real Madrid no perdía en casa desde abril

Facundo Campazzo sostuvo a los blancos con una exhibición de 20 puntos, cuatro asistencias y cuatro rebotes

Real Madrid Anadolu Efes

224 días, siete meses o medio año. Interprétenlo como quieran, pero la realidad es que no hay una forma más digna de volver a caer en casa que como lo hizo este jueves el Real Madrid ante Anadolu Efes (64-74). En un WiZink Center en ebullición, los blancos se pegaron el primer trastazo de la temporada y llegó en la jornada 10 de la Euroliga, con un partido en el que una primera parte desastrosa fue una rémora demasiado grande para el equipo local (25-47).

Luego, con un ambiente de remontada sólo a la altura del pabellón madridista, los de Chus Mateo se lo creyeron de verdad en una segunda mitad claramente dominada, pero que no tuvo final feliz. Facundo Campazzo fue el que más encestó de la contienda (20 puntos, cuatro asistencias y cuatro rebotes) y quien hizo posible que el Real Madrid gozase de la oportunidad de ganar. Bryant, el mejor del cuadro visitante (13).

El partido arrancó con un claro dueño, el Anadolu Efes del regresado Vincent Poirier (ocho puntos). Tremenda ovación la que se llevó el ex pívot del Real Madrid en los prolegómenos de una cita con color azul en su inicio debido a las perdidas ofensivas de los locales, que comenzaron regalando más posesiones de la cuenta –cuatro robos de los turcos– y muy fallones de cara a canasta –sólo seis puntos en los diez primeros minutos (6-19)–.

Primera parte para olvidar del Real Madrid ante Anadolu Efes

El parcial era casi decisivo, por lo que Chus Mateo estaba obligado a dar con la tecla y metió a un recuperado Andrés Feliz para agotar los últimos segundos. Aunque el problema no era muy difícil de detectar, y es que el Real Madrid se lo estaba jugando todo, una vez más, al triple. El caso de Mario Hezonja era el ejemplo perfecto (cero de cinco en la primera parte), pues todo lo que le entró al croata el martes ante la Virtus Bolonia le dejó de entrar dos días después.

El Real Madrid estaba viviendo quizá sus momentos más duros del curso y Anadolu Efes cogía una ventaja de 20 puntos a seis minutos del descanso (10-30) gracias a un juego coral en el que cualquier jugador se animaba mirando a canasta. Para colmo, Chus Mateo perdía a Walter Tavares hasta bien entrado el encuentro con tres personales en el ecuador del segundo parcial.

La sangría otomana alcanzaba la cuarentena y la remontada se antojaba casi imposible para el once veces campeón de Europa, que se marchaba a vestuarios 22 abajo (25-47) y con un contundente 1/17 en triples. El Real Madrid volvió más serio y empezaba a aflorar un aroma a épica que se transformó en un tufo irrespirable para los turcos en cuestión de instantes.

Un parcial de 12-2 resucitó a los locales frente a un Anadolu venido a menos que trataba de sostener Poirier. El Real Madrid había recortado 13 puntos en su terreno favorito, el tercer cuarto, y sólo faltaba rematar una faena que parecía impensable (49-58) con un Campazzo que se echó a la espalda casi todo el peso ofensivo (18 puntos antes del último asalto).

Se frustra la remontada blanca

Los blancos se lo creyeron y se lanzaron a por la victoria acercándose más que nunca a su rival a 5:17 del final con un triplazo de Sergio Llull (61-63). Tomislav Mijatovic, que experiencia tiene de sobra en estas lides, trató de pararlo como pudo y lo cierto es que lo consiguió incitando a los árbitros a revisar una acción de la que nadie se enteró. Y ojo, que estos accedieron.

Pero lo más gordo estaría por llegar, aunque este veredicto sí que tuvo sabor dulce para el Real Madrid. Un tapón de Thompson a Hezonja en un intento que podría haber significado el empate, acabó con el jugador de Anadolu mandando la pelota al cuerpo de croata para evitar la posesión blanca. Sin embargo, realizó la maniobra cuando el pie del escolta ya no pisaba la línea y el esférico volvía a manos de los blancos, que se pondrían a uno con un tiro libre anotado por Llull (62-63).

Dos triples seguidos de Willis y de Beaubois frustrarían a un Real Madrid al que no le quedaría otra que lanzarse con todo. Un cortocircuito de última hora provocado en buena parte por las interminables revisiones aguó la remontada blanca. De esta forma, los de Chus Mateo completaron el primer tercio de la fase regular con un balance de 4-6 y sobre todo un sabor muy agrio por esta derrota cantada que se convirtió en una posibilidad real de ganar y acabó siendo un chasco enorme.

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