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Liga Santander: Real Madrid - Celta

La vieja guardia no defrauda a Zidane

Zidane apostó por Keylo Navas, Isco, Marcelo y Bale ante el Celta y no le defraudaron. La vieja guardia dio la cara por el francés con buenas actuaciones individuales

Desde que el pasado lunes Florentino Pérez anunció que Zidane era el nuevo entrenador del Real Madrid el foco estuvo puesto en su primera alineación. Apostaría por los hombres que le hicieron tres veces campeón de Europa y habían perdido peso con Solari o se decantaría por las novedades. Sobre las 15:00 horas se resolvía la duda: la vieja guardia junto a la que había hecho historia en dos años y medios iba a partir de titular.

De esta forma, Keylor Navas entraba por Courtois en una competición que no era la Copa del Rey, Marcelo se volvía a adueñar de la banda izquierda en detrimento de un Reguilón que no había hecho nada malo para ir al banco, Isco, en el ostracismo más absoluto y expedientado con Solari, partía de titular mucho tiempo después y Bale formaba en el tridente de ataque junto a Benzema y Asensio. Zidane apostaba por lo conocido en su vuelta al banquillo del Santiago Bernabéu.

Navas no tardó en dar la razón a Zidane tras hacer un paradón en la ocasión más clara del Celta. Maxi Gómez remataba y el tico sacaba una mano prodigiosa para evitar el primer tanto gallego. Mirando a la izquierda, a Marcelo le costó coger el ritmo, mientras que Bale empezó a demostrar eso que dice su agente: quiere seguir jugando en el Real Madrid. El galés fue el mejor de los blancos en los primeros 45 minutos. Se atrevió, la pidió y estrelló un balón en el travesaño. La cuarta pata del banco, Isco, mostró destellos de su calidad y volvió a recibir el cariño del madridismo, aunque todavía está lejos de su mejor estado de forma.

Mejoría tras la charla

Tras una primera mitad que dejó a la afición fría, llegó el descanso, Zidane reajustó cosas y el equipo empezó a carburar. Marcelo e Isco hacían diabluras por la izquierda, Bale se ponía el traje de referente para tirar del carro y Keylor esperaba cualquier acometida viguesa atrás.

Tras varios intentos y un gol anulado a Modric por fuera de juego, llegó el premio para Isco. Asensio hacía magia, Benzema tiraba de clase para asistir y el malagueño se adelantaba a la zaga del Celta para hacer el primero. A continuación, Zidane le cambiaba por un Ceballos que dejó de ser vertical, justo lo que Zizou le recriminó no hace tanto tiempo. El Bernabéu se puso en pie para despedir al ’22’, el entrenador le abrazó y, tras mucho tiempo, volvió a sonreír y a recuperar una alegría perdida.

En el campo continuó un Bale que puso la guinda a su partido con una espectacular jugada personal en la que combinó con Marcelo para terminar haciendo el 2-0. El de Cardiff sí celebró este gol. Y es que, la felizidane lo invade todo.

Sin un partido con mayor historia, los de siempre, con los que triunfó no hace tanto, le dieron la razón. El francés confió en ellos y ellos no defraudaron para comenzar una nueva etapa que por el Santiago Bernabéu se espera que esté llena de éxitos.