Deportes
Escándalo en el rugby australiano

Sexo, cuernos y mucha sangre: dos jugadores envueltos en un escándalo sin precedentes

El jugador de rugby Michael Lichaa casi muere

Tras pillar a su pareja teniendo sexo con su compañero y amigo

Su reacción fue golpear un cristal y las heridas fueron graves

Una estrella del rugby muere de un infarto mientras daba una paliza a su novia

Escándalo en el rugby australiano por lo sucedido hace unos días. Michael Lichaa, una estrella de la liga local, fue protagonista de un incidente que involucra a su ex pareja, Kara Childerhouse, y también a Adam Elliott, uno de sus antiguos compañeros en los Canterbury-Bankstown Bulldogs e íntimo amigo suyo hasta lo ocurrido.

Este viernes, Lichaa se presentó en los tribunales y todo dio un giro completamente inesperado. Según ha publicado el New York Post, el jugador de 29 años contó en su declaración ante la Justicia cómo este feo episodio lo obligó a cambiar su vida para mejor. Todo comenzó cuando Michael Lichaa despertó una noche y encontró a su pareja en su patio trasero teniendo sexo con Elliott, su compañero.

«Sexo oral a mi mejor amigo»

“No podía quitarme de la cabeza la imagen de mi prometida haciéndole sexo oral a mi mejor amigo”, dijo Lichaa en los tribunales. En estado de shock y afectado por el alcohol, pues venían de una fiesta, entró furioso a su casa y golpeó la ventana de crustsal de su puerta principal, cortándose gravemente el brazo. Los vecinos informaron haber escuchado a un hombre gritar “Voy a matarla” y llamaron a la Policía, de ahí que fuera detenido y acusado de violencia doméstica porque su ex pareja dijo que intentó agredirla.

Sin embargo, el juicio dio un giro radical cuando Kara Childerhouse se negó a presentarse en el juzgado para testificar en contra de su ex prometido. A pesar de haber sido citada, la Policía no pudo contactarla, por lo que su testimonio fue excluido y una declaración, en la que se retractó de las acusaciones, fue admitida como prueba. Por su parte, Adam Elliott, quien sí estuvo en la corte, dio una respuesta negativa cuando se le sugirió que Lichaa había agredido a Childerhouse. “No estoy de acuerdo”, dijo. 

Un Lichaa cuyo corte en el brazo hizo que perdiera 2.5 litros de sangre, por lo que se temió incluso por su vida el día de los hechos. De hecho, tuvo que ser trasladado a un hospital y para ser sometido a una cirugía antes de su detención. «Me arruinaron la vida. No es algo de lo que los hombres hablen demasiado, especialmente sobre la salud mental. Pero es algo que creo que es masivo”, dijo en el juicio. “Me alegro de que finalmente se supiera la verdad. Tuve mucha confianza en la verdad todo el tiempo. Quiero dejar todo atrás ahora y seguir adelante con mi vida y los días felices por delante”, finalizó.