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Samu Omorodion out, Sorloth in: ¿el peor negocio de la historia del Atlético?

La diferencia de rendimiento entre ambos saca los colores a la dirección deportiva rojiblanca

Por Samu el Atlético sacará un máximo de 25 millones; Sorloth ha costado un mínimo de 32

"A lo mejor no me querían porque creían que no tenía nivel", ha dicho tras sus cuatro goles a Malta

El traspaso de Samu Omorodion al Oporto y el fichaje de Alexander Sorloth desde el Villarreal llevan camino de convertirse en el peor negocio de la historia del Atlético de Madrid. Los números hablan por sí solos. Mientras el melillense lleva nada menos que 10 goles en los cinco últimos partidos oficiales que ha jugado con el Oporto y la selección sub-21, el noruego apenas lleva tres dianas en toda la temporada, dos de ellas en sus dos últimos encuentros con la selección y apenas una con su club, marcada hace dos meses en Villarreal.

«A lo mejor no me querían porque creían que no tenía nivel», ha dicho hoy Samu Omoridon en la Cope tras los cuatro goles que le ha marcado a Malta en apenas 45 minutos. Mientras, en Oporto se frotan las manos por el negocio redondo que han hecho este verano. Los dragoes pagaron 15 millones de euros por el 50% de sus derechos y disponen de la posibilidad de comprar otro 30% por 10 millones más, a razón de cinco por cada 15%. En definitiva, el beneficio máximo que podrán sacar los rojiblancos por el 80% del delantero es de 25 millones, y ni siquiera eso, porque de ese dinero deberán entregar una parte a sus anteriores clubes, entre ellos el Granada, en virtud del mecanismo de solidaridad.

La segunda parte de esta operación estrafalaria se orquestó con el Villarreal, que le sacó al Atlético 32 millones de euros fijos por Alexander Sorloth, de 29 años (los cumple el próximo 5 de diciembre), nueve más que Omorodion, más otros 10 en bonus que podrían dejar el traspaso en 42 millones de euros o, lo que es lo mismo, 17 millones más que el máximo de lo que puede ingresar el club con el ariete del Oporto, que no ha llegado a jugar ni un solo minuto con la camiseta rojiblanca tras ser fichado en agosto de 2.023 procedente del Granada por seis millones de euros.

La operación saca los colores a la dirección deportiva del Atlético y al propio Simeone que, obsesionado por Julián Álvarez, no puso la menor objeción a la salida de Samu, al que no dio ni la menor oportunidad. El resultado del disparate salta a la vista. Además, para acabar de rematarlo no se incluyó en el acuerdo con el Oporto ninguna opción de recompra. ¿La peor operación de la historia? Si no lo es está desde luego muy cerca.