El Real Madrid creó el contraataque perfecto

Isco puso la guinda al gol que uno equipo siempre sueña. Una de esas dianas que se deben poner a los niños pequeños cuando se están familiarizando con este loco y maravilloso mundo del fútbol. Una transición perfectamente trenzada en la que muchos jugadores participan con una precisión extrema. El Real Madrid hizo ante el Betis una jugada de ensueño. 

Corría el minuto 45 de la primera parte cuando Kovacic se hacía con el rechazo de un córner lanzado por los andaluces. El croata no dudaba y cedía a Pepe de cabeza. El portugués recorría unos metros y le devolvía el esférico al centrocampista. En este momento comenzó el espectáculo. 

Mientras Kovacic se situaba la jugada en su cabeza, cuatro flechas moradas se lanzaban al ataque como si Zidane desde el banquillo hubiese gritado arrebato. Cristiano, Marcelo Isco, Pepe, que continuaba la jugada, y Benzema se dirigían hacia la puerta verdiblanca. Adán, que los conoce, se debía temer lo peor. En estas, Mateo cruzaba el balón para que le llegara a Benzema, el francés en tres toques jugaba con su mejor socio, Cristiano Ronaldo. El mejor jugador del mundo pudo encarar e intentar buscar el gol, pero el Madrid quería la jugada perfecta.

El luso, de primeras, hacia que el balón recorriera todo el área para que llegara a su compatriota Pepe, un hombre que no se suele prodigar por esos lugares. El defensa sabía lo que iba a hacer antes de que le llegara el balón, tocar de primeras hacia un Isco que después de recorrerse todo el campo terminaba poniendo el broche de oro a un auténtico jugadón que duró 15 segundos, necesitó de 12 toques y de la intervención de cinco jugadores blancos.