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EN EL VIAJE DE VUELTA DE SEVILLA

Nueva bronca entre jugadores y directivos del Barcelona por los arbitrajes

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El cisma entre la directiva del Barcelona y sus jugadores es cada vez más grande por culpa de los árbitros. El enfado en la plantilla azulgrana con la actitud pasiva de sus dirigentes en cuanto al arbitraje en Sevilla colmó el vaso de su paciencia. Gerard Piqué y Leo Messi se dirigieron a los representantes del club en el avión de vuelta de Sevilla a la Ciudad Condal y les expresaron su malestar de forma airada.

Tan fuerte fue la bronca que incluso algunos directivos se plantean no volver a volar en el avión del club junto a los jugadores. Ya ocurrió lo mismo en el regreso del estadio de La Cerámica cuando el Barcelona cedió un empate con un arbitraje polémico ante el Villarreal. En aquel momento, Piqué señaló al vicepresidente deportivo Jordi Mestre pidiéndole a gritos que expresará lo que piensan los jugadores sobre los árbitros. Aquella falta de apoyo desembocó en una bronca en el camino de vuelta a Barcelona.

En esta ocasión, fue Neymar el encargado de expresar el sentimiento del vestuario con una entrada en Instagram. Nadie en el club le ha dicho nada al brasileño de su gesto, que eso sí, ha sido bastante aplaudido entre sus compañeros.

El jugador carioca es uno de los que más miedo tiene a lo que se avecina al Barcelona: un cara a cara con el Atlético de Madrid en las semifinales de Copa del Rey. Neymar es perfectamente consciente de que el club rojiblanco se empleará con dureza para detener las acometidas culés y por ello necesitan que el club ponga los cartas sobre la mesa ante un hipotético arbitraje laxo.

El año pasado, sin ir más, se le perdonó la expulsión a Luis Suárez por dos agresiones durante los cuartos de final de Champions, mientras que Fernando Torres dejó a los madrileños con uno menos en el minuto 37. El Barça sabe que va a una batalla a vida o muerte y necesita todos los apoyos posibles.