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TORNEO ATP 500 DE BARCELONA

Nadal fulmina a García-López y ya está en cuartos del Godó

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Un partido de nivel medio, en el caso del actual Rafael Nadal, no es más que un espejismo dentro del dominio tiránico que ejerce en el circuito durante la temporada de tierra batida. El líder del ránking ATP se deshizo de Guillermo García-López por 6-1 y 6-3 en un encuentro en el que el manchego no encontró la fórmula para poder competir con el diez veces campeón del Godó. A Rafa le espera ahora Martin Klizan, verdugo de Djokovic y Feliciano, por una plaza en semifinales.

Después de la adaptación inicial que hasta Nadal necesita para aclimatarse a una de sus pistas favoritas y que pasó en el encuentro frente a Carballés, Rafa puso el piloto automático en cuanto a errores no forzados se refiere, y lo unió con una serie de winners que hicieron imposible que Guillermo pudiera siquiera toserle en el encuentro.

García-López comenzó con un plan agresivo, tratando de evitar las pelotas altas de Rafael hacia su revés a una mano, lo cual le dio sus frutos en forma de juego para empatar el luminoso tras el estreno triunfal de Nadal al saque. Sería el último del manchego en la primera manga, pues el número uno del mundo levantó el muro en su lado de la cancha y no permitió prácticamente un punto gratis a su rival.

El resultado, 6-1 para el manacorense, pudo resultar quizá demasiado agresivo para un peleón García-López, pero la realidad en tierra y frente a Nadal es la que es si la leyenda alcanza un nivel cercano al más alto. La apisonadora continuó en el comienzo del segundo set, en el que Rafael rompió el saque de su compatriota y consolidó de inmediato con dos winners portentosos de los que le convierten en el mejor en tierra también al ataque. Su aceleración en el liftado es de otro mundo.

El revés de Nadal se estaba mostrando como un arma de destrucción masiva ante un García-López que sólo podía capear el temporal, con la esperanza de que el partido pudiera alargarse lo suficiente como para ocasionar un bajón en el juego del manacorense.

La merma mental provocó un nuevo bache en el juego de Guillermo, ocasionado por Nadal y lo infranqueable de su presencia, que derivó el segundo break, pero no se alargó en el tiempo. El de La Roda aún pudo dar sus últimos coletazos sobre la pista con un juego de revés excelso, e incluso apuntarse tres juegos de forma consecutiva, pero no alargar un partido que estaba visto para sentencia en cuanto la bestia despertara de su breve siesta, y se animara a cerrarlo.