El Barça calca el camino al ridículo de la Europa League

El Barcelona está viviendo un fantasmagórico deja vu en la Liga de Campeones. Alcanzado el ecuador de la fase de grupos, tiene los mismos puntos (3) que la temporada pasada a estas alturas y ya está bien avisado de cuál puede ser el triste premio de consolación que le espera en el horizonte: la Europa League. Además, bien sabe que la segunda competición continental tampoco supone ninguna garantía de éxito.

El Barça comenzó la presente temporada europea con una esperanzadora goleada frente al Viktoria Plzen (5-1), pero su trayectoria se ha torcido peligrosamente en cuanto se ha alejado del Camp Nou. Las primeras alarmas se encendieron con la derrota en Múnich ante el Bayern (2-0) y todos los avisos ya están pitando muy agudamente tras caer también en Milán contra el Inter (1-0). El duelo de la próxima semana contra los italianos en Barcelona es una incuestionable final anticipada.

La temporada pasada, y todavía bajo el mando de Ronald Koeman, el Barcelona comenzó la Champions con una sonrojante goleada en casa frente al Bayern (0-3) que aún puso haber sido más abultada. Uno de los goleadores aquel día fue Robert Lewandowski, ironías de la vida. La segunda jornada fue otro varapulo muy duro para los culés, que volvieron a ser vapuleados en campo del Benfica (3-0).

El Bayern, siempre el Bayern

El doble enfrentamiento seguido frente al Dinamo de Kiev era el clavo ardiendo al que se agarraba al Barça y que inicialmente le funcionó tras dos victorias por la mínima, primero en el Camp Nou (1-0) y después en Kiev (0-1). Tras el tropiezo liguero ante el Rayo Vallecano, se produjo el relevo en el banquillo con el despido de Ronald Koeman y la contratación de Xavi, que se estrenó en Champions con el duelo clave en casa contra el Benfica.

Aquel día, el Barça lo tenía todo a favor para lograr el pase, ya que un triunfo delante de su gente le aseguraba el billete a octavos con una jornada de antelación. Sin embargo, fue incapaz de marcar un solo gol y sumó un empate fatídico antes de visitar de nuevo al ‘dentista’ en Múnich, donde el Bayern volvió a ser un ejecutor implacable (3-0). Tercer puesto y rumbo a la Europa League. Allí eliminó a Nápoles y Galatasaray antes de la hecatombe contra el Eintracht. Pero esa es otra historia aún más tenebrosa…