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Liga Santander: Barcelona 0-0 Rayo Vallecano

El Barça se apalanca en su estreno

El Barcelona pinchó ante el Rayo Vallecano en el estreno del segundo proyecto de Xavi al frente del conjunto azulgrana

Así vivimos en directo el Barcelona 0-0 Rayo Vallecano

Xavi: «Nos ha faltado efectividad pero ellos han perdido tiempo…»

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El megaproyecto del Barça comienza con un importante traspiés. El conjunto azulgrana lo intentó todo en su estreno liguero ante el Rayo Vallecano pero no pudo atravesar el muro de la franja, dejando un insípido 0-0 como resultado de su primera función. Ni los fichajes fruto de las palancas e inscritos a última hora, ni las maniobras de Xavi desde el banquillo, ni siquiera un descuento astronómico en ambas mitades pudo evitar el pinchazo de un equipo que promete mucho pero, al menos en su primer encuentro oficial, patina pese a contar con el traje de gala.

El Barcelona echó de menos mayor claridad entre sus centrocampistas, donde el defenestrado Frenkie de Jong fue el mejor, y acierto de unos delanteros con la pólvora mojada. El conjunto azulgrana sólo cumplió, y no más, en defensa, con un Ter Stegen destacado ante un Rayo que luchó por el 0-0 y acabó llevándoselo en forma de puntazo para empezar la Liga, dejando de regalo un paquete lleno de dudas para sus rivales culés.

Estreno del Barcelona de las palancas con la cuarta recién activada para que los aficionados del Camp Nou disfrutaran desde el primer día de las estrellas. Las inscripciones se desatascaron con el empujón de 100 millones de Roures y todos los fichajes, a excepción de Koundé, estaban aptos para que Xavi apostara por ellos. Tres comenzarían de inicio, los fijos Raphinha y Lewandowski y un Christensen que confirmaba la sorpresa no ya por su presencia, sino por el hueco que ocupaba en el once, ni más ni menos que el de Gerard Piqué.

Así las cosas, Xavi disponía de un 4-3-3 con Ter Stegen en portería, Araujo como lateral derecho, Jordi Alba en la banda contraria y Eric García junto al mencionado Christensen formando una dupla de calidad técnica en el puesto de central. Busquets, Gavi y Pedri completaban el centro del campo de la selección, mientras que Dembélé, Raphinha y Lewandowski se encargarían del desequilibrio y el gol, un día después de ser inscritos en la Liga.

Enfrente del Barça estaría un Rayo que amagó en varios tramos de la pasada temporada con ser revelación y que en la campaña en la que debían confirmarse comenzaban en el Camp Nou pero con su principal baluarte, el míster Andoni Iraola. Al contrario de lo que dicta su juego agresivo en la ofensiva, el conjunto madrileño se dedicó irremediablemente a defenderse de las acometidas constantes del Barcelona, mucho más inspirado en el toque y que comandó la posesión durante la primera mitad, mucho más efectiva que las oportunidades, todas marradas a excepción de una de Lewandowski, anulada pese a entrar en la portería por un clamoroso fuera de juego.

El Barça domina, el Rayo avisa

Los minutos avanzaban y el Rayo comenzaba a postularse a través de la verticalidad de Álvaro García y el desborde de Isi. Sin Falcao en el once se echaba de menos la figura de un rematador puro, alguien que posiblemente hubiera abierto el marcador de haber caído en sus pies la que tuvo García. Mérito para el zurdo, que dribló con picardía sentando a Araújo y se colocó enfrente de Ter Stegen, quien se haría gigante para aprovechar que su rival no cedía para regalar el gol mientras él aprovechaba para rememorar viejos tiempos en la primera y gran ocasión del Rayo en la primera parte.

El Barça las había tenido, por mediación de Dembélé, Raphinha, Pedri o Lewandowski, pero mucho ruido y pocas nueces al descanso, donde los culés marcaban la pauta en todas las estadísticas excepto en la más importante, la del gol.

El Barça no mejora

La segunda parte trajo un escenario similar al de la primera, continuando el Barça de secano y el runrun activándose en el Camp Nou con el paso de los minutos. Camello volvió a tener otra oportunidad clarísima favorable al Rayo pero, igual que sucediera con Álvaro García en la primera, no acertaría ante Ter Stegen. A Xavi no le quedaba más remedio que actuar.

El banquillo, sitio aparentemente inamovible para Gerard Piqué en este comienzo de temporada, se movilizaba para que entraran Sergi Roberto, pasando a Araújo a su posición de central, Ansu Fati –por Raphinha– y Frenkie de Jong, que pasaría a comandar un centro del campo en el que Pedri se había apagado y Gavi había tomado el camino contrario al del holandés.

El empate comenzaba a vislumbrarse como una realidad y el optimismo había sido sustituido por un apalanque de un equipo frustrado por no dar con la tecla. El Rayo continuaba bien colocado, con Pathe Ciss robando una y otra vez el balón, desesperando el tejido circulatorio del Barcelona.

Empate y punto

Recta final del partido y la seguridad de que la épica era ya el único camino del Barça para hacerse con la victoria. El Rayo por entonces sólo defendía, esperando a que una contra milagrosa le diera el triunfo pero, sobre todo, a que el Barcelona no encontrara las redes de la portería de Dimitrievski.

Tuvo una clarísisma Ansu, pero más clara aún fue la doble de Aubameyang y Lewandowski, a los que la pólvora se les mojó después de 15 años marcando goles y goles. Llegaba el final y el Barça seguía peleado con el gol. De nuevo, como en la primera parte, el tanto llegaría en fuera de juego, en este caso de Kessié, antes de confirmarse el apalanque de un Barcelona al que la expulsión de Busquets por un codazo a Falcao le puso el lazo de pesadilla para la primera función post-palancas del Fútbol Club Barcelona.