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Arrasa en las redes con sus posados

Así es Sabrina di Marzo, novia influencer de Correa y WAG del Atlético hasta 2026

Sabrina di Marzo, la desconocida pareja influencer de Ángel Correa que celebra su renovación con el Atlético hasta 2026

El club rojiblanco ha anunciado esta mañana la renovación de contrato del delantero argentino, que es el tercer jugador con más partido en la actual plantilla colchonera tras Koke y Oblak

Sigue hasta 2026

El crack es Correa

El Atlético de Madrid ha anunciado la renovación de Ángel Correa, que acababa contrato en 2024 y pasa a vincularse con el club rojiblanco dos años más, hasta 2026. El argentino es el tercer jugador con más partidos en la actual plantilla rojiblanca, tras Koke y Oblak, y suma ya 53 goles con la elástica colchonera.

Un Ángel Correa que ya lleva ocho años en la capital de España. Llegó con apenas 18 años y en el Atlético ha crecido como futbolista y persona. En Madrid es feliz bajo las órdenes de Simeone, muy querido por la afición y siempre arropado por su familia, el pilar más importante de su vida personal, que no siempre fue fácil como él mismo se ha encargado de contar.


A su lado siempre está Sabrina di Marzo, su inseparable pareja, para muchos una desconocida aunque sea influencer y arrase con sus posados en Instagram. La joven y atractiva rosarina es la madre de los dos hijos del delantero del Atlético de Madrid, con quien lleva compartiendo su vida durante muchos años. Casi 40.000 seguidores tiene la argentina. que suele publicar fotos en bikini, de viaje, o cariñosos momentos con Correa y sus pequeños.

Un Correa que no lo pasó nada bien en su infancia: “A los 10 años falleció mi padre y yo llevaba el dinero a casa. El ingreso que tenía yo por jugar al fútbol era lo único que llegaba a mi casa para poder comer, mis hermanos, mi mamá o yo. Tenía un representante que me daba un sueldo y yo se lo daba a mi madre, que era la que lo manejaba. El fútbol de barrio te hace aprender porque juegas contra gente más grande, aprendes muy rápido, casi a la fuerza. Vi jugadores buenísimos que las familias enteras iban a verlos jugar, pero por circunstancias de la vida no llegaron a profesionales”.