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En su día protagonizó una gran polémica

Así es Francesca Sofía, la espectacular novia de Rossi y la única que celebra su retirada

Valentino Rossi, ya retirado oficialmente del motociclismo profesional, podrá disfrutar ahora mucho más de su pareja Francesca Sofía Novello, modelo italiana de 28 años que 'celebra' que el piloto haya decidido dar un paso al lado en su carrera

Una influencer muy conocida en Italia que arrasa en Instagram, donde tiene más de medio millón de seguidores a los que deleita con sus posados

Denunció acoso y machismo en MotoGP hace un tiempo

Hace algo más de una semana, Valentino Rossi puso punto y final a su carrera deportiva después de 432 grandes premios y 26 temporadas en las que ha logrado nada menos que nueve títulos mundiales y ha conseguido elevar el motociclismo a cotas nunca alcanzadas gracias a sus celebraciones, su espectacularidad sobre la pista y la manera de hacer las cosas que han cautivado a los aficionados de todo el planeta.

Nadie celebra su retirada salvo Francesca Sofía, su novia, que aunque se ponga en el lugar del piloto y le pueda dar pena su adiós, sabe que Rossi a partir de ahora va a poder pasar mucho más tiempo con ella al no tener que estar viajando continuamente a los diferentes circuitos en los que se celebra el Mundial de MotoGP.


Pero, ¿quién es Francesca Sofía? Hablamos de una modelo italiana de 28 años, 14 menos que Valentino Rossi, muy conocida en el país transalpino. Se le considera también una influencer en las redes sociales, concretamente en Instagram, donde tiene más de medio millón de seguidores. Suele publicar en su perfil sugerentes y provocativos posados y fotos en bikini que reciben miles de likes al instante.

Una Francesca a la que el piloto conoció en el paddock de MotoGP cuando ella era azafata, una etapa de su vida que recuerda con polémica por algunos episodios que contó hace un tiempo y que formaron un incendio: «Te miran el trasero cuando pasas y te lo tocan cuando te tomas una foto con ellos. Es un entorno masculino. Tienes que espabilar. No puedes ser sólo una cara sonriente. Tienes que aprender a ser respetada. Si sólo te muestras bonita y estúpida estás acabada».