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El utensilio alemán impronunciable que todo el mundo debería tener en su cocina

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando se habla de utensilios imprescindibles en la cocina, todos tenemos algunos en mente: cazuelas, ollas, sartenes, cuchillos, tablas de cortar… Sin embargo, de vez en cuando surgen inventos que, aunque sencillos, llaman la atención por su diseño y funcionalidad. Éste es el caso del «Eierschalensollbruchstellenverursacher», un utensilio de origen alemán que, además de tener un nombre casi impronunciable, se ha convertido en un icono de de las cocinas modernas.

Este utensilio nació en Alemania en 1999, y desde entonces ha pasado a formar parte de miles de hogares europeos. Su nombre puede resultar intimidante, pero su traducción literal deja poco margen para la duda: formador de fracturas en la cáscara del huevo. Y eso es precisamente lo que hace. En los hogares alemanes, los huevos pasados por agua son un plato muy habitual; normalmente, se sirven en copas pequeñas, acompañados de pan fresco y mantequilla, y se disfrutan con calma. Pero, ¿cómo abrir el huevo sin destrozarlo ni llenarlo de pequeños trozos de cáscara? La respuesta llegó con el «Eierschalensollbruchstellenverursacher».

El utensilio alemán que necesitas en tu cocina

En principio, puede parecer una especie de varita metálica. Sin embargo, su diseño es tan simple como ingenioso: un pequeño domo con borde afilado, un poste central y una bola metálica deslizante. Al dejar caer la bola, el impacto provoca una pequeña fisura circular perfecta en la cáscara, la cual permite retirar la parte superior sin esfuerzo.

El funcionamiento del «Eierschalensollbruchstellenverursacher» se basa en una serie de principios físicos. El peso que se desliza a lo largo de la varilla genera una pequeña onda de choque al golpear el extremo superior del utensilio, justo donde está la cúpula que reposa sobre el huevo. Esa vibración produce una fractura en la cáscara, delimitando un círculo casi perfecto. Suena complejo, pero es tan simple como levantar la bolita y dejarla caer. El resultado depende, eso sí, de hacerlo sobre una superficie estable y de cocer los huevos a la temperatura adecuada.

El inventor de este utensilio, el ingeniero alemán Walter Hohmann, nunca imaginó que su creación acabaría revolucionando las cocinas modernas. No sólo se convirtió en un éxito de ventas en el país, sino que también empezó a exportarse a otros lugares de Europa, sobre todo a Reino Unido, los países nórdicos y Francia.

Podría parecer un capricho innecesario, pero lo cierto es que el «Eierschalensollbruchstellenverursacher» cumple una función práctica y estética a partes iguales. Si sueles preparar huevos pasados por agua, sabrás que abrirlos sin romper la cáscara ni desperdiciar parte de la clara no es tarea sencilla; con este utensilio, acabarás con el problema. Además, es fácil de limpiar y ocupa poco espacio.

Huevos pasados por agua

El huevo pasado por agua es una de las formas más antiguas de consumir este alimento. En España, aunque no es tan tradicional, cada vez gana más adeptos, sobre todo entre quienes buscan una opción rápida, saludable y deliciosa.La clave del éxito de un huevo pasado por agua está en el tiempo de cocción. Los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Elige huevos frescos, de tamaño mediano. Cuanto más frescos sean, mejor conservarán la clara y la yema.
  2. Saca los huevos del frigorífico unos minutos antes de cocinarlos.
  3. Llévalos a ebullición suave en una olla con agua suficiente para cubrirlos completamente. Evita hervirlos a fuego fuerte, ya que el movimiento excesivo puede agrietar la cáscara.
  4. Cuenta el tiempo exacto desde que el agua comienza a hervir: entre cuatro y cinco minutos para una yema cremosa y una clara cuajada.
  5. Enfríalos brevemente bajo agua fría para detener la cocción, pero sin dejar que se enfríen del todo.

Los huevos pasados por agua se suelen presentar en copas pequeñas. Se cortan por la parte superior con el «Eierschalensollbruchstellenverursacher» y se comen directamente con una cuchara.