Descubre cómo es tu personalidad en función de la inicial de tu nombre: si te llamas Ana…

El nombre o la inicial de este es capaz de marcar tu personalidad de una forma que quizás no te puedes imaginar. Uno de los quebraderos de cabeza de todo padre y madre, es buscar un nombre para su hijo. A veces se esperan hasta el último momento, hasta que no lo ven por primera vez o sienten una intuición de última hora en forma de sueño o premonición para ponerle nombre. Conscientes de que esta decisión podría cambiarles la vida o marcarla para siempre.

Si te llamas Ana descubre cómo es tu personalidad en función de la inicial de tu nombre

la Universidad de Calgary realizó una investigación científica que, basada en la sonoridad de diferentes nombres. De esta manera determinó cómo afecta la forma en la que suena en voz alta con la persona que lo porta. Eso de pasar lista en el colegio o presentarse quizás tenga más impacto de lo que imaginamos.

A la hora de poner nombre a un bebé, la letra por la que empieza quizás acabe siendo determinante. A veces queremos que coincida o que tenga relación directa con un ser querido. Traducimos o actualizamos esos nombres de los antepasados, le damos un punto de energía familiar con unos toques de alegría que supone la llegada de ese nuevo ser.

Según esta prestigiosa universidad eso que todos hemos hecho, de repetir el nombre y los apellidos, que también importan a la hora de elegir cómo se llamará el bebé, quizás sea más relevante de lo que nos imaginamos. Si la primera letra es suave, como en el caso de Ana, que empieza por A y se pronuncia de forma sencilla, la persona será amable y cariñosa.

En camio un nombre que empiece por consonante y sea contundente o duro, como Kevin o Ramon, indica una persona activa y guerrillera. En este caso serán bebés o niños de lo más activos. Es pues, importante elegir un nombre que suene bien y dependiendo de la manera en la que lo pronunciamos quizás tenga consecuencias en el carácter de ese bebé.

Cada persona es un mundo y quizás no haya dos Ana que se comporten igual, pero seguro que tienen ese aspecto y punto de dulzura que las caracteriza. A partir de ahora nos fijaremos a la hora de elegir un nombre propio.