Cultura
PREMIO HISPAUNIDAD

Zunzunegui, el defensor de Hernán Cortés que desmonta la leyenda negra: «Sin España no hay México»

"Culpar a Hernán Cortés por las frustraciones del siglo XXI es de psiquiatra"

El historiador mexicano Juan Miguel Zunzunegui, uno de los mayores críticos de la leyenda negra sobre el Descubrimiento de América, recibió el pasado domingo el prestigioso premio Hispanidad, galardón que en ediciones anteriores ha reconocido a destacados hispanistas como Patricio Lons y Marcelo Gullo. El premio, materializado en una elegante escultura de Blas de Lezo, es otorgado por la Asociación Hispanidad que preside Pablo Lasunción.

Zunzunegui recibió el reconocimiento tras ofrecer una memorable conferencia ante una sala abarrotada, donde el público lo ovacionó de pie. El autor de Falsificar la historia realizó una apasionada defensa de la Hispanidad y exhortó a los españoles a recordar el pasado, no para anclarse en él, sino para construir un futuro conjunto con los pueblos hispanos. «La Hispanidad no es algo que España le hereda a América. La Hispanidad es algo que España y América construyen juntos en ese nuevo mundo», afirmó.

Patricio Lons, Juan Miguel Zunzunegui y Pablo Lasunción.

Construir una identidad compartida

El historiador mexicano, autor también de Hernán Cortés: Encuentro y conquista, destacó el hecho fundamental de que la Hispanidad se fundó sobre la base de la hermandad con los pueblos indígenas de América. «Todos esos pueblos recibieron a los españoles, aunque de manera compleja. Hernán Cortés y su gente primero libraron batallas terribles contra los tlaxcaltecas, hasta que estos, tras medir sus fuerzas, propusieron una alianza. Este patrón se repitió con cada pueblo. Fue un proceso arduo, pero culminó en alianzas que se sellaron fundamentalmente a través del bautismo, estableciendo una igualdad: ‘A partir de ahora eres como yo. Somos iguales, eres parte de mi pueblo’».

Perspectiva crítica sobre el presente

«Nos fascinamos con el pasado y nos instalamos en él, mientras el futuro se nos escapa», reflexionó Zunzunegui. «Debemos recordar nuestra verdadera historia para construir un futuro prometedor. Es importante señalar que desde hace 200 años, desde la fragmentación del Imperio español, ninguna nación del mundo hispano ha logrado alcanzar el desarrollo esperado. Esto está directamente relacionado con el surgimiento de los nacionalismos. Ningún fragmento del antiguo Imperio español ha prosperado más tras su separación de España».

La sala abarrotada donde Zunzunegui dio su charla tras recibir el premio.

Desmontando mitos sobre la conquista

Respecto a la controvertida cuestión de si América fue conquistada, Zunzunegui ofrece una perspectiva matizada: «En cierto sentido sí, pero no fue conquistada por España sino por la Hispanidad misma. Fue una empresa conjunta entre España y los pueblos indígenas americanos, quienes adoptaron elementos de la cultura española y contribuyeron a su difusión por América. Los pueblos indígenas, incluidos los mexicas, recibieron inicialmente a los españoles. El propio tlatoani Motecuhzoma recibió a Hernán Cortés y lo introdujo en la ciudad, aunque posteriormente los acontecimientos derivaron en un conflicto que culminó, de manera trágica y sangrienta, con la caída de Tenochtitlan».

El historiador refuta enfáticamente la noción de genocidio: «España no planificó un genocidio. No se aniquila a un pueblo al que se pretende desarrollar culturalmente. No se crea una gramática de su lengua, no se construyen universidades ni hospitales, ni se envían órdenes religiosas para su protección si la intención es destruirlo. La prueba más contundente es que estos pueblos continúan existiendo hoy: hay mayas, nahuas, otomíes, totonacas, aymaras y quechuas. Si bien el mestizaje ha sido significativo, las culturas originarias persisten».

Una mirada hacia el futuro

Zunzunegui concluye con una reflexión sobre las peticiones de perdón a España: «Es lamentable que nos hayan inculcado un discurso de autodesprecio que nos lleva a lamentar nuestra propia existencia y la de nuestra civilización. Pedir que España se disculpe por la conquista equivaldría a pedir que se disculpe por la existencia misma de México, pues sin España, el México actual no existiría. Culpar a Hernán Cortés por las frustraciones del siglo XXI es un asunto más apropiado para discutir con un terapeuta que para un debate histórico».