La ciudad alemana de Munich se convierte en epicentro del país durante septiembre y octubre. El conocidísimo Oktoberfest es la excusa para trasladarse hasta aquí y disfrutar del divertido festival de la cerveza. Pero que la visite no se quede ahí: la capital bávara tiene mucho que ofrecer en sus tiendas, restaurantes y hoteles. Precisamente vamos a hablar del último hotel de lujo que ha abierto en la ciudad. Un alojamiento de la cadena Marriott, a Luxury Collection Hotel. ¿Su nombre? Koenigshof.
Ubicación céntrica y espíritu minimalista
Se encuentra en la Karlsplatz, una de las plazas más icónicas de la ciudad, por lo que su ubicación no puede ser mejor. Un nuevo hotel, nuevo en todos los sentidos, donde se encontraba una fastuosa mansión… Y que ahora puede ser nuestra casa en la ciudad de Munich. ¿Su decoración? Sencillez sofisticada. Habitaciones y estancias de espíritu minimalista, en colores neutros, que nos permite observar con detenimiento las vistas de la ciudad desde la ventana. Fuera, bullicio. Dentro… tranquilidad.
Las suites, con vistas
Encontramos 106 habitaciones y suites, repletas de detalles, propios de una cadena como Marriott. Las 41 suites, las habitaciones más grandes, tienen unas espectaculares vistas al precioso Palacio de Justicia o la Stachus, como se conoce coloquialmente esta Karlsplatz, construida en el siglo XVIII. El hotel, sin duda, representa a la perfección este siglo XXI. La suite más increíble es la Presidencial, de 170 metros cuadrados.
Hotel con arquitectos españoles
El estudio que está detrás de este hotel, que es el primero de esta categoría de Marriott en un país como Alemania, es Nieto y Sobejano, el estudio con sello español de los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano. Al derribarse el edificio que había antes, el Königshofs, se alzó este hotel con dos plantas más que el anterior y con una terraza panorámica, donde hay un restaurantes, con unas increíbles vistas de Munich.
Un hotel que mira a la ciudad
El edificio tiene la fachada abierta hasta esta plaza, hasta este lugar icónico, para que haya un diálogo entre ambos. Es decir, para que el huésped de alguna manera se sienta en la ciudad nada más salir al hotel. E incluso, si duerme en una suite, sea plenamente consciente del lugar en el que está. Muchas veces los alojamientos tienen tanta personalidad, miran tanto hacia dentro, que se nos olvida dónde estamos. No es el caso del primer hotel de lujo de la cadena Marriott en Alemania.
Un hotel repleto de arte
¿Algo que destaca en el interiorismo del hotel Koenigshof? La colección de arte, desplegada por las paredes del hotel. Y es que la ciudad es una gran apasionada del arte en parte por la influencia de la antigua familia gobernante bávara, la Casa de Wittelsbach, que tuvo una gran colección en el siglo XVI. Dicen que la familia fue un poco excéntrica, y hay mucha historia alrededor de una de las dinastías alemanas más antiguas del país… Pero para saber más, nada como volar a Munich, descubrir la ciudad, la familia y su festival de cerveza más famoso.
