En Europa tenemos la suerte de disfrutar de palacios y casas palaciegos casi en cualquier rincón de nuestra geografía. Francia, Italia, España, Alemania… Son muchos los países donde hay maravillosas edificaciones donde vivieron aristócratas y donde podemos ahora dormir. Eso es maravilloso: poder ser tratado a cuerpo de rey en cualquier rincón del continente. Hemos hecho una selección de los más bonitos. Aquí tienes algunos hoteles palaciegos.
Belmond San Michele (Florencia)
En Italia, en la ciudad de Florencia, encontramos uno de los hoteles más bonitos de la ciudad: Belmond San Michele.
Un palacio donde se palpa ese romanticismo de un lugar como la ciudad de La Toscana. Bueno, más que un palacio, era un antiguo monasterio en las colinas de Fiesale. Tiene una fachada, atribuida a Miguel Ángel, por lo que hacen de este edificio un lugar mágico.
Para dormir, habitaciones con jardines privados, ventanas que se abren y dejan entrar el aroma de los bosques de alrededor… Y para inspirarse, su galería y cada uno de sus rincones. ¿Y para terminar? Una cena con vistas a Florencia en su magnífico restaurante La Loggia. Esta es nuestra primera parada de los hoteles palaciegos.
Hotel Particulier (Arlés)
En Arlés, Francia, encontramos uno de esos hoteles en antiguos palacios en los que apetece pasar muchos días. Siestas en la piscina, desayuno en el jardín… Un hotel con encanto con spa y la mejor gastronomía francesa en un lugar de 5 estrellas. En todos los sentidos. Un oasis en el centro de Arlés donde te invitan a vivir espacio.
Palazzo Daniele (Puglia)
En Italia, más concretamente en Salento (Puglia), encontramos el Palazzo Daniele. Más concretamente en Gagliano del Capo. Un palacio de 1861 -año de la reunificación del país-construido por el arquitecto Domenico Malinconico reconvertido en un hotelito de lujo con suites y apartamentos para disfrutar de una de las zonas más auténticas de Italia.
Sus dueños, los empresarios Gabriele Salini y Francesco Petrucci -su familia ha sido dueña del palacio durante cuatro generaciones-, han cuidado detalle y tratan al huésped con mimo.
La renovación tiene el sello del estudio Ludovicto + Roberto Palomba de Milán. Cada una de las 9 habitaciones refleja los 150 años del palacio. Una mezcla de estilo minimalista y decadencia.
