Comunidad Valenciana
DANA

Mazón no se fía del Júcar y envía a sus bomberos forestales a controlar el Poyo y otros barrancos

Los bomberos forestales recorren cauces, barrancos y ramblas valencianas para controlar sus crecidas en esta DANA

La Generalitat Valenciana, que preside Carlos Mazón, ha tenido que enviar bomberos al barranco del Poyo este lunes y más concretamente a la localidad de Chiva, en Valencia, así como a otros barrancos. El envío de estos efectivos se ha producido porque una parte importante de las estaciones del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), no están proporcionando los datos acerca del caudal que transporta ese barranco. El presidente valenciano pretende evitar que una parte de la población quede sin protección de alerta y las Administraciones sin posibilidad de reacción y respuesta ante una eventual inundación como la acaecida aquel trágico 29 de octubre, el conocido como el día de la DANA.

La estación del barranco del Poyo continúa sin ofrecer esa información, y por tanto sin estar reparada, cuatro meses después de la DANA. Y ello, a pesar de que el desbordamiento de ese mismo barranco está en el origen de la gran tragedia de aquel 29 de octubre. Ese día, 103 municipios de la provincia de Valencia quedaron anegados, con trágico balance de 224 fallecidos y tres desaparecidos.

Además, la vigilancia de la Generalitat Valenciana no sólo se limitó al Poyo, sino que se extremó en todo el territorio ante la desconfianza que produce la Confederación del Júcar. Así, las Unidades de Bomberos Forestales de la Generalitat Valenciana revisaron y controlaron también los cauces de otros ríos, ramblas y barrancos.

Se da la circunstancia de que el Gobierno adjudicó a través del Ministerio de Transición Ecológica en noviembre las obras de emergencia para la reparación en la SAIH, por un montante de 22,5 millones de euros (18.595.041,32 euros, sin IVA), según consta en el documento de la Plataforma de Contratación del Estado, al que ha tenido acceso OKDIARIO, siendo el organismo contratante la Presidencia de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Es decir, el organismo que dirige Miguel Polo.

En ese contrato, se debía incluir una versión moderna del Sistema de Alerta Temprana (SAT), precisamente, para mejorar la capacidad predictiva ante inundaciones y para reducir sus trágicos efectos. Pero no ha sido hasta el Consejo de Ministros de este 25 de febrero cuando el Gobierno de Pedro Sánchez tomó razón de la declaración de emergencia de las obras de reparación de daños del SAIH ocasionados por la DANA, según consta en las referencias del Consejo de Ministros de la web de Moncloa.

Es decir, que esa toma de razón del Gobierno sobre una obra esencial como es el sistema automático de información hidrológica no se ha producido hasta cuatro meses después de la DANA por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Hay que recordar que ya aquel 29 de octubre, desde el Consorcio Provincial de Bomberos de la Diputación de Valencia se activó una unidad de bomberos forestales para medir manualmente la escala del barranco de Chiva, ante la falta de información oficial. esto es de la Confederación, según han revelado las fuentes consultadas.

En las mediciones efectuadas por aquella unidad de bomberos forestales, el nivel alcanzó los 60 centímetros de altura. Tras comprobar la situación y ante el riesgo inminente de la situación, los bomberos forestales se retiraron. La Confederación, según las mismas fuentes, informó hasta en tres ocasiones de que el caudal tenía tendencia descendente y que hacían ellos el seguimiento desde la sala SAIH.

A esa hora, sin embargo, los datos referentes al barranco del Poyo mostraban que éste se encontraba ya en descenso, lo que rebajó la tensión. Se da la circunstancia de que si bien la Confederación comunicó también hasta por tres veces el descenso del caudal, luego entró en lo que se denominó como el apagón informativo de dos horas y media: de las 16:13 horas a las 16:43 horas, cuando el caudal del Poyo era ya imparable.

Frente a lo ocurrido en aquella trágica jornada, la Generalitat Valenciana ha decidido este lunes que no iba a dejar el barranco del Poyo sin vigilancia en esta nueva situación de alerta. Y, menos, con la sola atención de la Confederación del Júcar.

De modo, que a pesar de que la competencia no era del Gobierno valenciano, el Ejecutivo de Carlos Mazón se ha puesto en marcha y ha enviado a los bomberos al barranco de Chiva para prever cualquier situación, poder avisar a la población en tiempo y forma y no depender de un tercero, la Confederación, que para la Generalitat Valenciana no proporcionó los datos necesarios el 29 de octubre ni en el tiempo en que debía haberlo hecho.

La decisión de la Generalitat Valenciana ha sido de carácter paliativo. Para evitar el grave vacío que supone la ausencia total de datos. Y, según fuentes de la misma se adoptó porque la confianza en la Confederación ahora mismo es nula. Consideran que a veces envía los avisos y, en otras ocasiones, no; que dice que hace seguimiento desde la sala SAIH, pero no termina de participar de forma activa en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI). Y su web matiza que los datos son provisionales y requieren de validación técnica.