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Oumuamua, el extraño asteroide que no es una nave extraterrestre

Oumuamua
Cómo es Oumuamua, un extraño asteroide que parece una nave extraterrestre

La imaginación humana es realmente fértil. En el momento que observamos algo extraño, ya la dejamos volar para imaginar extraterrestres, mundos fantásticos y magias diversas. Así sucedió con el asteroide Oumuamua, un extraño y antiguo objeto que ha sido punto de estudio desde hace un tiempo para analizar qué estábamos viendo realmente.

Es cierto que este asteroide en forma de una especie de largo palo dispone dimensiones y manifestaciones físicas extrañas para lo que es. Pero eso no significa que sea una nave alienígena que nos visita, como más de uno ha imaginado.

Sin embargo, a tenor de las nuevas investigaciones, se añaden más informaciones al fenómeno. Ya sabíamos que era muy antiguo y que tiene una forma rara que no se parece a otros asteroides que se conozcan, ahora ya se ha investigado sobre su posible origen y parece ser que hay cuatro sistemas estelares que podrían ser la casa original de esta gran roca.

Oumuamua, el antiguo asteroide que vino de muy lejos

Recordemos que el asteroide llamó la atención de la comunidad científica en 2017 debido a su paso cercano a nuestra estrella. Así pues, desde el Instituto Max Planck se comenzó a investigar el fenómeno usando el Observatorio Espacial Gaia de la ESA.

Tras la investigación, se sabe que su tamaño es parecido al de un rascacielos. Además, se observó que puede proceder de otro sistema de la Vía Láctea, para lo que se han postulado ya cuatro lugares como los más probables.

El más factible de los orígenes podría ser HD 292249, una estrella que es muy parecida a nuestro Sol. Otro de los rincones de la Vía Láctea que podría ser su origen es la estrella enana roja HIP 3757.

No obstante, son sistemas que no se han estudiado demasiado, así que no es posible saber con exactitud si fueron un día su hogar. Lo que sí se puede afirmar con meridiana seguridad es que debió crearse en plena fase de formación planetaria para ser expulsado y dejarlo deambular libremente hasta que debió ser atrapado por la gravedad de nuestra estrella.

A día de hoy, estas son las hipótesis más fehacientes. Sin embargo, como es habitual en la ciencia, todo ha de ser confirmado. Y es que, para que un asteroide así pueda ser expulsado de un sistema estelar, hace falta, como mínimo, un planeta gigante que lo pueda impulsar y lanzar hacia el espacio profundo.

Hoy en día, no se han detectado planetas en estas estrellas candidatas, aunque también es cierto que no han sido objeto de estudio concienzudo. Tal vez ha llegado el momento.

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