De senderismo con una bruja: la ruta mágica que tienes que hacer en familia en el Valle de Arán
La ruta del Camino de la Bruja de Tredós que es perfecta para hacer este otoño en familia
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¿Buscas un plan que te conecte con la naturaleza, que sea perfecto para la temporada de otoño y más en época de Halloween, y que puedas hacer en familia? Pues entonces no puedes dejar escapar esto que te proponemos: senderismo con una bruja en una ruta en pleno Valle de Arán. Esta zona siempre atrae por sus pueblos de piedra, el olor a leña y como no, el estar rodeado de toda la naturaleza que puedas pensar. Pero además, cuenta con esta ruta especial, la del Camino de la Bruja de Tredós, que a lo largo de 1,9 km, hara que toda la familia disfrute.
A pocos días de Halloween, este plan es sin duda, uno de los más originales para hacer con niños. Y lo mejor es que no hay que ser montañero ni ir con prisas. Es más, lo ideal es tomárselo con calma, dejar que los niños exploren y que la imaginación haga el resto. Y es que os daréis cuenta de que a cada paso aparece algo nuevo: una casa diminuta, un árbol con cara, un puente de madera o una escoba apoyada junto al sendero. Todo con ese aire otoñal que hace que sea un plan perfecto. El Camin dera Bruisha, como se llama en aranés, no es una ruta cualquiera. Es corta, fácil y perfecta para disfrutar en familia. En apenas dos kilómetros te sumerge en un mundo de leyendas y personajes fantásticos: brujas que preparan pócimas, hadas de los dientes que viven en pequeñas casitas y criaturas escondidas entre los troncos. Un plan redondo para disfrutar del otoño y, de paso, volver a creer un poco en la magia.
Dónde está el Camino de la Bruja
El Camino de la Bruja de Tredós está en el Valle de Arán, al norte de Lérida, una de esas zonas que en cuanto llegas hace que quieras ir con calma. Pertenece al pequeño pueblo de Tredós, a solo unos diez minutos de Vielha, y muy cerca de la estación de esquí de Baqueira-Beret.
Tredós conserva ese encanto que tienen los pueblos de montaña auténticos: calles empedradas, casas de pizarra y chimeneas que humean al caer la tarde. Justo a la entrada del pueblo verás un cartel con el nombre “Camin dera Bruisha” y la figura de una bruja sonriente que marca el inicio del sendero. Allí mismo empieza la aventura, en un entorno de cuento donde el bosque parece tener vida propia.