Semana 23 de embarazo: el feto empieza a desarrollar su tono de piel

Aunque es una de las experiencias más hermosas que se pueden vivir, lo cierto es que un embarazo también tiene sus complicaciones y sus incertidumbres. A lo anterior no podemos ayudar, pero a solventar dudas sí. Por eso, continuando nuestra serie Embarazo semana a semana, hoy vamos a contar todo lo que sucede durante la semana 23.

Descubre a continuación qué cambios experimenta el feto, qué síntomas sufre la madre e incluso las claves de alimentación para la semana 23 de embarazo. Toma nota.

El feto en la semana 23

Uno de los aspectos más significativos e importantes de este momento del embarazo es que el feto empieza ya a formar su tono de piel. Es cierto que se considera que hasta que no cumple un año de vida el bebé no lo tendrá ya completado. Sin embargo, ahora comienza, poco a poco, a ir tomando presencia y a depositar el correspondiente pigmento.

De la misma manera, no podemos olvidar sobre el pequeño que ya ha superado los 20 centímetros, está entre los 20 y los 28 centímetros exactamente. Esto hace que mida lo mismo que un pomelo.

Además, en cuanto a peso también lo ha incrementado. En este momento pesa entre 450 y 500 gramos.

Otras circunstancias que rodean al feto en la semana 23 son estas:

• Se sigue produciendo la transformación de los cartílagos en huesos.
• Ha mejorado de manera clara lo que es su coordinación.
• Es capaz ya de responder a numerosos sonidos, porque se ha desarrollado muchísimo su sentido del oído.
• Continúa moviéndose bastante y haciendo que su mamá pueda sentirle las patadas que da de manera periódica.
• El sistema respiratorio y el digestivo, sin olvidar el circulatorio, continúan desarrollándose y preparándose para estar en perfecto estado cuando nazca el bebé.

Síntomas y cambios de la madre en la semana 23

Por supuesto, no es menos importante conocer cómo se encuentra la mujer en este momento de la gestación. En este caso podemos establecer que su útero ha crecido ya hasta tener unos 22 centímetros y su barriga también es prominente. De ahí que pueda sentir bastante tirantez en la piel. Es más, puede tener que hacerle frente a picores e incluso a la aparición de estrías.

No obstante, hay otros aspectos que hay que destacar en pro de que las embarazadas puedan saber a qué se “enfrentan” en esta semana:

• Notarán que se ha desarrollado mucho más si cabe su instinto maternal.
• Pueden ver cómo aumentan en frecuencia sus cambios emocionales.
• El estrés es muy habitual durante los nueve meses, pero se suele manifestar de manera muy clara en este momento. De ahí que se recomiende que la mujer practique ejercicio, que disfrute de hobbies o que se dedique a preparar la llegada del bebé. Todo en pro de que pueda tener la mente ocupada.
• Notará que sus encías se vuelven aún más sensibles, pudiendo incluso llegar a que sangren.
• Sufre dolores de espalda, como consecuencia del volumen del vientre.

Asimismo, no hay que olvidar que son frecuentes los problemas de gases, la sensación de hinchazón de las piernas y la falta de concentración.

Consejos de alimentación para la semana 23

Para finalizar este artículo, tal y como hicimos en uno anterior, queremos dar una serie de pautas esenciales para la alimentación de la embarazada en este momento:

• Es importante que beba mucha agua al día. Y es que esa hidratación le irá muy bien, entre otras cosas, para aliviar la hinchazón de piernas y para combatir las estrías.
• Para cargarse de energía, debe comenzar la jornada tomando un desayuno sano, completo y equilibrado. Se debe sustentar en cereales, lácteos y fruta. Esta la puede tomar a través de la correspondiente pieza, en macedonia o en zumo, por ejemplo.
• Un yogur desnatado u otra fruta son dos de las mejores propuestas para tomar un tentempié a media mañana. Es necesario que se tomen cinco comidas al día para tener el hambre bajo control.
• Entre las mejores recetas para el almuerzo de la embarazada en la semana 23 están la ensalada de pollo, el arroz con verduras, un filete de ternera a la plancha o pescado al horno, por ejemplo.
• La merienda también es necesaria que se respete. Se puede componer de fruta, de una tostada integral con queso o de un sándwich de pavo y queso, entre otras opciones.
• La cena, por supuesto, debe ser ligera. Puede consistir en crema de verduras, ensalada o un revuelto.

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