Diccionario para primerizos. La U

¿Vas a ser padre por primera vez y estás lleno de dudas acerca del embarazo en sí y del parto? No te preocupes, en BabyAffinity podemos ayudarte a solventarlas. Y es que te ponemos al alcance de la mano una serie de artículos, bajo el título Diccionario para primerizos, con las que descubrirás algunos términos fundamentales para afrontar todo el periodo de gestación y también el posterior alumbramiento.

De esta manera, conocerás cómo evoluciona el embarazo, qué cambios se producirán en el cuerpo de la mujer, a qué tipo de pruebas tendrá que someterse o qué complicaciones pueden tener lugar, entre otras muchas cosas.

A continuación, te presentamos términos que tienen la particularidad de que comienzan con la letra u:

Ultrasonido

Este término es más conocido como ecografía y viene a ser una prueba de tipo prenatal que se le realiza a cualquier embarazada con el claro objetivo de poder descubrir que el periodo de gestación sigue un curso normal. Y es que da la oportunidad de conocer un gran cantidad de información:

• Ayuda a comprobar el desarrollo intrauterino.

• Da la posibilidad de saber el sexo del niño.

• Permite determinar el tiempo del que está embarazada la mujer, es decir, calcula lo que es la edad gestacional.

• Permite a los padres ver a su bebé e incluso escuchar los latidos de su corazón.

• Sirve para detectar ciertas anomalías que deberán llevar a realizar una serie de pruebas más profundas.

• Contribuye a que el doctor pueda comprobar el estado en el que se encuentra la placenta y el líquido amniótico.

• Permite acometer tanto lo que es el establecimiento de la longitud del feto como del peso.

• No menos importante es que también es útil para poder descubrir la posición en la que se encuentra el bebé, si se mueve e incluso si ya está adoptando la postura que le va a facilitar el nacer.

Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer otros datos de gran interés acerca del ultrasonido o ecografía, tales como estos:

• Es una prueba no invasiva, que no genera ningún tipo de molestias en la futura mamá y que no entraña peligro ni para esta ni para el feto.

• Se puede llevar a cabo gracias a la tecnología de ultrasonidos y a un gel, que viene a ejercer como transmisor y que se aplica en el vientre de la mujer.

• Por regla general, lo habitual es que durante los nueve meses de embarazo, la mujer se realice tres ecografías, una por trimestre (en la semana 12, en la semana 20 y entre las semanas 30 y 35). No obstante, en caso de que en alguna de las mismas se detecte alguna posible anomalía, tendrá que someterse a las que el médico considere oportunas para poder salir de dudas o para realizar un seguimiento más exhaustivo del periodo de gestación.

• Además de las habituales, existen otros tipos específicos de ecografía. Este sería el caso de la llamada ecografía 4D, que no es obligatoria en absoluto, es más hay que hacerla en alguna clínica privada. El objetivo de la misma es, sobre todo, de tipo emocional ya que lo que hace es permitir a los padres ver a su hijo en movimiento y conocer los rasgos faciales que tiene.

• No obstante, tampoco hay que pasar por alto la llamada ecografía doppler, que es a la que tienen que someterse las mujeres embarazadas que sufren hipertensión o que sus fetos se considera que presentan algún tipo de anomalía. Básicamente con esta prueba lo que se hace es medir el flujo de sangre que circula por el cuerpo del bebé.

Útero

Por supuesto, los padres primerizos es fundamental que sean conscientes del papel que este órgano interno de reproducción de la mujer ejerce durante el periodo de gestación. En concreto el mismo, que también es llamado matriz, es el encargado de albergar, proteger y permitir el desarrollo del feto.

Así, comienza acogiendo lo que es el óvulo fecundado para luego hacer lo propio con el bebé. Precisamente por ese motivo, el útero experimenta cambios constantes durante esos nueve meses para poder adaptarse al crecimiento del pequeño. De ahí que comience midiendo unos 6 o 7 centímetros para acabar el periodo de gestación con un tamaño de entre 32 y 33 centímetros. Pero no sólo eso sino que también su peso se modifica notablemente: comienza con unos 50 gramos y afronta el parto con 1 kilo de peso.

Se considera que, aunque al mes del embarazo el doctor ya puede notar los cambios en ese órgano mediante una palpación, lo habitual es que la futura mamá empiece a percibirlos por sí misma en torno al cuarto mes. Y es que es en este momento cuando su silueta va a comenzar a modificarse notablemente, cuando su vientre va a aumentar notablemente.

En el postparto es donde se producirá el proceso de recuperación del útero, que paulatinamente regresará a su estado original.