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El jurado dice que el anciano que mató a un ladrón en Porreres es culpable

Le imputan un delito de homicidio por el que piden tres años y nueve meses de cárcel

El jurado estima solicitar un indulto al Gobierno

Le piden que indemnice a la familia del ladrón al que mató con su escopeta

Según el jurado "tenía otras alternativas antes que disparar"

El jurado popular ha dictaminado hoy por cinco votos a cuatro, tras casi un día de deliberación, que Pau Rigo, el anciano que mató a un ladrón en Porreres es culpable y el fiscal pide para él tres años y nueve meses de cárcel ya que le imputan un delito de homicidio. El jurado ha estimado también solicitar un indulto al Gobierno para que exima de culpa a Pau Rigo, de 83 años. Según el jurado «tenía otras alternativas antes que disparar». 

Ante el veredicto que emitirá el juez la defensa ha pedido la pena mínima por homicidio, de dos años, mientras que la acusación pide para los asaltantes la condena mínima por el delito de robo. Además, la acusación pide a Pau Rigo que indemnice a la familia del ladrón al que mató.

En la última sesión del juicio el anciano se defendió asegurando que actuó en legítima defensa porque «temía por su vida». Insistió en que «no quería disparar» pero que los ladrones, lejos de amedrentarse al ver la escopeta, se le echaron encima. El anciano disparó a uno de los ladrones, que falleció el mismo día del robo.

Por otra parte, el hermano del fallecido, F. Escobar, sobre el momento del disparo, negó que él y su hermano se abalanzaran sobre el anciano antes de que éste accionara el gatillo, y que sólo se lanzó y forcejeó con él después.

Así, en la sesión del día anterior los peritos han explicado que realizaron un informe a través del análisis de gases, partículas y el tamaño y la forma del impacto del proyectil en las prendas externas del ladrón que falleció. De ahí, han constatado que la distancia se encuentra «aproximadamente» entre 1,5 metros y 2 metros. Según han explicado, la presencia de residuos de disparos en la prenda del fallecido, corrobora que, como máximo, la distancia fue de dos metros desde la boca del arma.

Por otro lado, un comandante de la Guardia Civil ha explicado que en la declaración de Escobar, éste aseguró que los otros dos acusados le ofrecieron a él y a su hermano, patas de cabra y pasamontañas para ejecutar el robo, así como objetos para atar a las víctimas, a lo que Escobar se negó, puesto que dijo «que con violencia no», ha relatado el comandante.