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los conflictos del govern

Los ecologistas, en pie de guerra contra el nuevo Plan de Puertos de Armengol

Concentración contra un plan que disparará, a su juicio, la saturación de embarcaciones y la llegada masiva de grandes yates

Organizaciones como GOB, Terraferida o la Federación de Vecinos de Palma exigen la paralización cautelar de su tramitación

Lamentan la pérdida de valor ecológico y usos tradicionales por la intensificación de grandes obras en espacios portuarios

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El Ejecutivo balear liderado por la socialista Francina Armengol abre un nuevo frente, en este caso con el nuevo Plan de Puertos de Baleares contra el que este sábado se ha manifestado toda una batería de organizaciones y entidades ecologistas. Entre ellas, el Grupo Balear de Ornitología (GOB), Terraferida, Mallorca Blue o la Federación de Asociaciones de Vecinos

Representantes de estos colectivos y diversas asociaciones de vecinos de la zona se han dado cita en el Club Náutico de Cala Gamba para expresar su rechazo al contenido de un plan ya aprobado inicialmente. A juicio de estas entidades, la propuesta del Ejecutivo balear supondrá incrementar la presión sobre el litoral, favoreciendo la llegada masiva de grandes yates y la ejecución de grandes obras de ampliación de los clubs náuticos de las Islas. Por ello, han exigido que se paralice cautelarmente su tramitación y previsiones, por el crecimiento desmedido y la turistificación que supondría sobre los puertos y el litoral balear. 

Desde el GOB, se hizo público un comunicado contundente de rechazo contra una propuesta de desarrollo del litoral del Govern, que entre otras iniciativas prevé obras que afectarán a 12 espacios protegidos por la Red Natura 2000, sin ningún estudio ambiental. Por ello, lamenta esta entidad que el tripartito balear de socialistas, nacionalistas de Més y Unidas Podemos apueste por la promoción del turismo náutico desplazando a los usuarios de pequeñas embarcaciones, en su mayoría locales, y reordenando los puertos para embarcaciones de grandes esloras.

Baste indicar a este respecto que se crearán 3.000 amarres nuevos hasta 2033, pensados ​​para barcos de más de 18 metros, que ocuparán 230.000 metros, con diez polígonos de fondeo nuevos en zonas portuarias adyacentes para 302 embarcaciones, ubicadas en bahías con ecosistemas valiosos y singulares. 

Otro de los puntos polémicos del nuevo Plan de Puertos es que aprovecha la apuesta de adaptación de las instalaciones portuarias a la subida del nivel del mar derivada del cambio climático para levantar o alargar diques, y así proceder a ejecutar obras de ampliación de los puertos. 

A juicio de estas organizaciones, el nuevo plan supone una apuesta decidida del Govern por la turistificación de los puertos y la promoción del turismo náutico de empresas y marinas, todo ello en detrimento del uso social de los navegantes locales.

De ahí que el texto normativo proponga iniciativas de incentivo fiscal para la rotación de embarcaciones, agilizar los cambios de titularidad de los amarres, eliminar tasas de matriculación al turismo foráneo y favorecer con ello el negocio de alquiler chárter de yates, lanchas neumáticas y motos acuáticas. 

La otra cara de la moneda son las embarcaciones de menor eslora y de uso más popular y local, que serán expulsadas y arrinconadas en los puertos por un plan que tampoco protege las embarcaciones tradicionales como patrimonio cultural.