Jack Nicholson y las 3 anécdotas que explican su genialidad
El actor que acaba de cumplir 83 años sigue siendo muy querido por sus compañeros de Hollywood. Las anécdotas que cuentan los que lo conocen explican perfectamente por qué es único en el mundo.
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Jack Nicholson acaba de cumplir 84 años y aunque ya no esté en activo dentro de la industria, todavía hoy se cuentan anécdotas francamente divertidas del alocado actor de El resplandor. El ganador de tres Oscar y actor masculino con más nominaciones (12 en total) ha trabajado con directores de la talla de Roman Polanski, Martin Scorsese, Milos Forman y John Huston. Cuatro décadas de trabajo que dan para incluso, un posible documental sobre la vida del genio de Nueva Jersey.
1-¿Mi hermana es mi madre?
Esta es la pregunta que Jack Nicholson se haría a los 37 años cuando falleció la que hasta aquel entonces él creía su hermana, otro de sus familiares le destapo la mentira tras el funeral. La posible razón que ponga orden a este galimatías es que su abuela lo educó como si fuese su madre, hasta el punto de fingir que realmente lo era.
2-Cuando creyó que Diane Keaton se había enamorado de él
En 2002 rodaron juntos Cuando menos te lo esperas, una comedia romántica que jugaba con la diferencia de edad en las relaciones de sus protagonistas. Ensayaban la última escena en la que Jack corría tras Keaton y después, según cuenta la directora Nancy Meyers, el protagonista la llamó muy confundido. “Nancy, Diane acaba de decirme que me ama” a lo que la directora le contestó: “Sí, lo sé Jack, yo escribí esa línea”. Nicholson estaba totalmente convencido que su compañera de reparto lo decía en serio.
3-Su idilio con los Lakers
Jack Nicholson es una figura dentro del equipo de los Lakers. Nunca falla a esa primera fila, donde tiene un asiento totalmente reservado. Según cuenta Adam Sandler en el programa de Conan O´Brien, un día los Lakers perdían por una diferencia difícilmente remontable. Jack miró a Sandler y le espetó que quedaba muy poco tiempo y aunque el cómico se mostraba optimista, la siguiente respuesta de su amigo fue tajante: “Van a perder, vámonos”.
Sandler asegura que cuando se levantaron, todos los jugadores de los Lakers lo miraron derrotados, como si con él se fuese toda esperanza. El fanatismo del actor de Mejor Imposible por el baloncesto le ha llevado, en innumerables ocasiones, a escaparse a hurtadillas de los rodajes.