¿A qué llamamos terapias complementarias?

Durante mucho tiempo subestimada por los servicios de salud, en la actualidad la medicina complementaria es cada vez más utilizada. Tanto que la Organización  Mundial de la Salud la reconoce como uno de los recursos necesarios para el tratamiento de distintas enfermedades junto con la medicina convencional. Incluso está incorporada a los servicios de muchos seguros de salud. También llamadas terapias complementarias, consisten en una amplia variedad de recursos, desde masajes o relajación hasta suplementos a base de plantas. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

Diferencia entre terapias complementarias y alternativas

Muchas veces se utilizan conceptos como medicinas alternativas, complementarias o tradicionales en forma indistinta. En realidad sus límites son borrosos y la falta de regulaciones facilita la aparición de fraudes e incluso sustancias o prácticas peligrosas para la salud.

Todas esas terapias representan opciones ante la medicina convencional. Sin embargo, las terapias alternativas se utilizan en vez de esta, mientras que las complementarias como su nombre lo indica se combinan con los tratamientos convencionales. Aunque no hay datos concretos, se calcula que entre el 25 y 45% de los españoles utilizan terapias complementarias y alternativas.

Según clasificaciones internacionales, las terapias alternativas son la homeopatía, naturopatía, medicina tradicional china y medicina ayurvédica.

En tanto, los sistemas médicos complementarios se agrupan en:

• Interacción cuerpo-mente: meditación, musicoterapia, danzaterapia y otras.
• Biológicos: suplementos herbarios, dietas.
• Físicos: quiropraxia, masajes.
• Energéticos: reiki, campos electromagnéticos.

Efectos de algunas terapias complementarias

Los efectos terapéuticos de la medicina complementaria no están completamente probados. No obstante, algunas prácticas son aceptadas por la medicina convencional. Lo mejor, como en todas las cuestiones relacionadas con la salud, es consultar con el médico.

Veamos en qué consisten las terapias complementarias más comunes y para qué se utilizan.

• Forma parte de la milenaria medicina china. Se basa en la circulación de energía dentro del organismo. Mediante la punción con agujas en sitios estratégicos, se procura equilibrar el flujo de energía. Se ha demostrado eficacia en el tratamiento de náuseas posquirúrgicas o posquimioterápicas y artritis de rodilla. No tiene muchos efectos adversos.
• Considera que las enfermedades son consecuencia de un desequilibrio neurofisiológico. Por lo tanto intenta recuperar el equilibrio mediante la manipulación vertebral. Se utiliza principalmente para el tratamiento de problemas de la columna como lumbalgia y también enfermedades crónicas de las articulaciones. Aunque no suele tener complicaciones, este tipo de manipulaciones debe ser realizado por un experto.
• Suplementos alimenticios. Están regulados por la Agencia de Seguridad Alimentaria de España. Se incluyen los llamados “nuevos alimentos”. Aportan nutrientes como minerales,  proteínas y vitaminas.
• Se basa en la utilizan de los elementos musicales como sonido, ritmo, melodía y armonía para restaurar y desarrollar funciones del organismo. Distintos estudios demuestran que alivia la ansiedad y mejora las habilidades comunicativas en el tratamiento del autismo.
• Aromaterapia. Es la utilización de esencias de plantas para mejorar estados de ánimo y facilitar el bienestar físico y mental. Se utilizan aceites esenciales para inhalación, masajes o baños.
• Es una terapia basada en masajes. Procura mejorar la circulación y el funcionamiento del sistema nervioso. Las terapias complementarias basadas en masajes están contraindicadas en algunos casos por eso lo mejor es consultar con el médico.

Cómo acceder a las terapias complementarias

Hay una tendencia creciente al uso de terapias naturales como complemento de la medicina convencional.  Casi en su totalidad son accesibles sin prescripción médica, pero lo mejor es consultar con los profesionales antes de comenzar a utilizarlas ya que no hay ninguna norma que las regule.

• Seguros de salud: cada vez más las compañías de seguros incluyen “terapias alternativas” entre sus prestaciones aunque dentro de este concepto hay también las terapias complementarias. La mayoría ofrecen acupuntura, homeopatía y medicina naturista.
• Centros: solamente están autorizados los que tienen un profesional médico al frente. Sin embargo la mayoría no los tiene.
• Profesionales: no hay ningún título específico en terapias naturales o complementarias. Sin embargo muchas instituciones prestigiosas, incluso universidades, proporcionan formación profesional en terapias complementarias.
• Salud pública: en unas pocas comunidades los centros de atención primaria ofrecen algunos servicios como acupuntura, yoga o musicoterapia. También existen unidades de salud integrativa, donde se ofrecen terapias bionergéticas entre otras. Aunque en realidad la tendencia es no mezclar la medicina convencional con otras prácticas sobre las cuales no existe suficiente evidencia científica.

Algunas recomendaciones

• Si bien es cierto que las terapias complementarias son cada vez más demandadas, es importante informarse y no caer en falsas expectativas.
• Al no existir regulaciones, es muy fácil que se publiciten prácticas y productos que no solamente no tienen ningún efecto, sino que hasta pueden ser peligrosos para la salud.
• Si utilizas productos o procedimientos de las terapias complementarias, no debes suspender ni modificar el tratamiento que estás recibiendo por tu enfermedad.

Si decides adoptar alguna de estas terapias, es importante que se lo comuniques a tu médico. Solamente él podrá decirte si esas terapias complementarias son recomendables y qué efectos secundarios pueden tener sobre tu salud. ¡No lo dejes pasar!