OkSalud
Enfermedades

Se fue de vacaciones contrajo una enfermedad y murió 4 meses después: «No le dio mucha importancia»

Yvonne Ford, una mujer británica de 59 años, estaba de vacaciones en Marruecos y recibió una mordedura de un perro. Nos fue algo trascendente, por lo que siguió con sus vacaciones. Al llegar a su casa falleció de rabia al haber sido contagiada por el perro. Hay que destacar que el contacto con animales requiere de medidas cuidadosas para prevenir ataques y posibles riesgos de infecciones. Una de las más frecuentes es la rabia, una enfermedad viral zoonótica que afecta el sistema nervioso central y provoca una inflamación progresiva del encéfalo y la médula espinal. Los especialistas advierten que, una vez que se manifiestan los síntomas clínicos, la enfermedad es prácticamente mortal, tal como le sucedió a Ford, que murió 4 meses después cuando no le dio demasiada importancia a la mordida del perro.

Hay que destacar que la rabia es una enfermedad, un virus que se transmite a través de la saliva de animales infectados, principalmente por mordeduras, arañazos o contacto directo con mucosas y heridas abiertas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 99% de los casos en humanos se debe al contacto con perros infectados por tal enfermedad. También por posibles infecciones a través de otros animales como murciélagos, zorros y mapaches. La OMS explica que la rabia afecta principalmente a mamíferos como los perros, gatos, vacas y animales silvestres. «En América, donde la rabia transmitida por perros está controlada, los murciélagos se han convertido en la principal fuente de contagio para los seres humanos». Esta enfermedad representa una amenaza creciente en zonas rurales de América Latina, Australia y Europa occidental. Además, existen otras formas de contagio como el trasplante de órganos infectados, la ingestión de carne o leche contaminada, o incluso la inhalación de aerosoles que contienen el virus, pero son menos frecuente. Los expertos de la OMS aseguran que la aparición de la enfermedad es evitable mediante la vacunación y la atención médica oportuna tras la exposición.

¿Cuáles son los síntomas y manifestaciones clínicas de esta enfermedad?

Los primeros signos de la enfermedad incluyen fiebre, dolor y sensaciones de picazón, ardor o cosquilleo en la zona afectada. En ocasiones, es complicado realizar el diagnóstico porque los síntomas iniciales de la rabia pueden confundirse fácilmente con otras enfermedades comunes.

Según especifican los especialistas de la OMS, el periodo de incubación suele ser de 2 a 3 meses, aunque puede variar de una semana a un año, dependiendo del sitio de la herida y de la cantidad de virus que haya ingresado al organismo.

«A medida que el virus avanza hacia el sistema nervioso central, la inflamación del encéfalo y la médula espinal se hace evidente. En esta etapa aparecen los síntomas neurológicos que caracterizan a la enfermedad», explican.

A su vez, detallan que la rabia se manifiesta de dos formas principales: la furiosa y la paralítica. La rabia furiosa es más común, se presenta con hiperactividad, alucinaciones, falta de coordinación, miedo al agua (hidrofobia) y al aire (aerofobia), y conduce a un paro cardiorrespiratorio en pocos días.

En cuanto a la forma paralítica, destaca que es menos agresiva, pero igualmente mortal. Se caracteriza por una parálisis progresiva que termina en coma y muerte.

¿Cuáles son las vías de transmisión y los factores de riesgo?

La principal vía de transmisión de la rabia son las mordeduras o arañazos de animales infectados. La saliva del animal es el vehículo por el cual el virus entra o penetra en el cuerpo humano. A su vez, otra vía de exposición menos frecuente, pero igualmente peligrosa, es el contacto de la saliva con las mucosas de los ojos y la boca o con heridas abiertas.

Existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo de contraer rabia. La Clínica Mayo menciona viajar o vivir en países donde la rabia es endémica, realizar actividades que impliquen contacto con animales silvestres como acampar y explorar cuevas con murciélagos. Hay que tener especial cuidado si estamos en otros países e informarnos bien de todo ello.

A su vez, trabajar como veterinario o estar expuesto en laboratorios donde se manipula el virus incrementa las probabilidades de contraer la enfermedad. Se debe prestar atención a la presencia de heridas abiertas en la cabeza o el cuello porque pueden facilitar el acceso rápido del virus al cerebro.

Según el Hospital Clinic, debemos hacer lo siguiente:

¿Qué tratamiento tiene esta enfermedad?

Tras detectar los primeros síntomas, la rabia resulta prácticamente incurable. Los especialistas de la Clínica Cleveland sugieren que el tratamiento debe comenzar lo antes posible tras la exposición sospechosa a la enfermedad.

En ese sentido, el enfoque médico se basa en la profilaxis post exposición (PPE), que consiste en una combinación de vacuna antirrábica y administración de inmunoglobulina.

«La vacuna antirrábica se administra en cuatro dosis durante un periodo de 14 días. En personas ya vacunadas previamente, solo se requieren dos dosis. Esta vacuna estimula al sistema inmunológico para producir anticuerpos contra el virus», detallan los médicos.

En el caso de la inmunoglobulina antirrábica humana (IGHR), indican que se aplica alrededor de la herida para poder dar así una protección inmediata, hasta que el cuerpo comience a producir sus propios anticuerpos.

¿Por qué son importantes las medidas de prevención y la vacunación?

Es importante que se adopten medidas preventivas por parte de gobiernos y autoridades sanitarias contra la rabia. La mejor estrategia para evitarla es mantener al día la vacunación de las mascotas, especialmente perros, gatos y hurones.

Además, si se encuentra un murciélago en una habitación donde alguien ha dormido, se debe asumir una posible exposición, ya que sus mordeduras pueden pasar desapercibidas.

Desde la Clínica Cleveland también recomiendan que las personas en riesgo elevado de exposición, como veterinarios o exploradores de cuevas, reciban la profilaxis previa a la exposición (PREP), que se trata de un ciclo de vacunación preventiva.

«Ante cualquier mordedura o arañazo de un animal potencialmente infectado, se debe lavar la herida con agua y jabón durante al menos 15 minutos y acudir inmediatamente al centro de salud más cercano», afirman.