Los españoles entre 60 y 69 años prescinden de la vacuna covid: sólo un 28% se la ha inoculado

La irrupción reciente de la pandemia covid ha supuesto un antes y un después en el entendimiento de la necesidad de contar con vacunas como garantía de salud. Pero con el paso del tiempo, muchos han sido las voces que se han alzado en contra de estos sueros, que en la realidad y haciendo números, ha supuesto que 20 millones de personas salvaran su vida. Las cifras negativas son aterradoras pues, 15 millones perdieron la vida por causa de esta infección directa o indirectamente.

Pero esta batalla no hubiera sido ganada sin las vacunas, un proceso que se extendió en el tiempo y que en España se demostró una organización impecable. Sin embargo, en los últimos meses, se está comprobando cómo muchos segmentos de la población prescinden de ellas o el porcentaje de inoculación es realmente bajo. Según un informe de Sanidad, hasta el momento, solo el 28% del grupo de población de entre 60 y 69 años ha recibido la vacuna adaptada frente a las subvariantes de covid-19 de la campaña 2023/2024, lo que supone algo más de 1,5 millones de personas.

En el texto de Gestión Integral de la Vacunación GIV-covid, donde se recogen datos del desarrollo de la campaña entre el 25 de septiembre y el 11 de diciembre de 2023, se muestra el poco interés de este grupo de edad, que sí recomiendan de manera importante los médicos.

El porcentaje del grupo de población vacunada de entre 60 y 69 años no alcanza el 10% en lugares como Ceuta (9%) y Melilla (9%), mientras que en Canarias es del 11%.

Por otra parte, Galicia (53%), Navarra (43%) y La Rioja (34%) son las comunidades autónomas donde mayor número de personas de este grupo de edad se han vacunado en España.

En cuanto a las personas de 70 a 79 años, el porcentaje de población vacunada supera el 47%, con cerca de dos millones de dosis administradas.

Entre este grupo de edad, Galicia ha sido la comunidad donde más personas se han vacunado con un 67%, seguida de Navarra (64%) y La Rioja (55%). En contra, Ceuta (15%), Melilla (15%) y Canarias (21%) son las regiones donde menos vacunas se han administrado.

Población de 80 años

Más de 1,7 millones de personas, el 60% de la población mayor de 80 años, ha recibido la vacuna adaptada frente a las subvariantes de Covid-19 en esta campaña.

El porcentaje supera el 77% en Galicia, llega a casi el 75% en Navarra, y pasa del 65% en Castilla y León, La Rioja y País Vasco. Por su parte, Melilla (18%), Ceuta (19%) y Canarias (27%) son los lugares donde menos vacunaciones se han realizado.

Hasta el momento, se han vacunado en España más de 5,2 millones de personas de 60 años o más. Las comunidades donde más vacunas frente al covid-19 se han administrado es Galicia, seguida de Navarra.

Estrategia covid en la Unión Europea

La estrategia de vacunación por covid-19 cuenta este año en España también con la Unión Europea (UE), que ha financiado a través de REACT EU y FEDER la adquisición de las vacunas administradas a la población española.

Las recomendaciones aprobadas la Comisión de Salud Pública el 12 de
septiembre de 2023, a propuesta de la Ponencia de Programa y Registro de
Vacunaciones señala que el objetivo de la vacunación frente a gripe y frente a covid-19 es reforzar la protección de las personas más vulnerables y del personal sanitario y sociosanitario para reducir la morbimortalidad y el impacto de estas enfermedades sobre la capacidad de la atención sanitaria y sociosanitaria.

Por eso, el Ministerio de Sanidad recomienda la vacunación durante la temporada de otoño-invierno (2023-2024) a las personas de 60 años o más; personas de 5 años o más internas en centros de discapacidad y residencias de mayores, así como otras personas institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas; y personas menores de 60 años de edad con condiciones de riesgo; embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio (hasta los 6 meses tras el parto y que no se hayan vacunado durante el embarazo); personas convivientes con aquellas que tienen alto grado de inmunosupresión; personal de centros y establecimientos sanitarios y sociosanitarios públicos y privados (tanto sanitarios como no sanitarios); y personas que trabajan en servicios públicos esenciales.