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¿Cómo ventilar bien las aulas a pesar el frío, según el CSIC?

El regreso a las aulas en muchas comunidades tras las vacaciones navideñas ha coincidido con una ola de frío en toda España. Aún así hay que ventilar bien las aulas a pesar el frío para renovar el aire y no contagiarse de la Covid-19. En algunos lugares están ofreciendo reguladores de ventilación del aire sin tener que abrir todo el día.

En ambientes interiores, las partículas en suspensión, también llamadas aerosoles, susceptibles de contener virus, se pueden acumular. La exposición a este aire puede resultar en infecciones. La reducción del riesgo de contagio se consigue reduciendo emisión y exposición de ahí que sea tan importante ventilar.

¿Cómo medir la forma de ventilar?

Según el CSIC; la ventilación necesaria para reducir el riesgo de contagio depende del volumen de la sala, el número y la edad de los ocupantes, la actividad realizada, la incidencia de casos en la región y el riesgo que se quiera asumir. La guía de Harvard recomienda 5-6 renovaciones de aire por hora para aulas de 100 m², con 25 estudiantes de 5-8 años.

¿Qué hacer cuándo hace mucho frío?

En  los  periodos  de  frío,  como los actuales, si  se  opta  por  ventilación  natural,  habrá  que  elegir  entre  reducción  de  riesgos  sanitarios  y  confort  térmico.  Disponer  de  ropa  de  abrigo  cómoda  para  interiores permitirá no abusar de la calefacción con ventanas parcialmente abiertas, y es lo que están haciendo ahora en muchas aulas, además de otros sistemas que veremos más adelante en este artículo.

Ventilación natural

El CSIC apuesta por una ventilación natural cuyo objetivo es aumentar la renovación de aire interior con aire exterior sin utilización de instrumentación, es decir, abriendo ventanas y puertas para provocar un flujo de aire. Vamos, lo más simple, pero también quizás más complicado cuando hace tanto frío como en la actualidad.

Esto pasa por una ventilación cruzada, con la apertura de ventanas y puertas en lados opuestos de la habitación, que según el Organismo es más efectiva que la apertura en un solo lado y por tanto preferible.

También explican que se puede favorecer la ventilación natural mediante la utilización de un ventilador junto a una ventana colocado con el flujo hacia el exterior, de manera que favorece la extracción del aire interior.

¿Qué es la ventilación individual forzada?

Aunque la normal y recomendable es la ventilación natural, el Organismo también explica que existe la ventilación individual forzada, que se basa en aumentar  la renovación de aire interior   con   aire   exterior   utilizando   instrumentación. Se  puede  hacer  introduciendo  aire  del  exterior  (impulsión)  o  tomando  aire  del  aula  y  sacándolo  (extracción).

En este caso, la toma o salida de aire puede ser por ventana, techo, u orificio específico realizado para ello. Según el espacio, puede haber un punto de extracción de aire en una zona común (por ej. pasillo) que sirva para varias aulas.

Ventilación forzada centralizada

Hay más maneras de ventilar bien las aulas a pesar el frío pues cuando no es posible la  ventilación natural. En este caso, hablamos de una ventilación forzada centralizada.

Consiste  en  la  utilización  de  sistemas  de  ventilación  centralizados,  es  decir,  comunes  para  todo el edificio o gran parte de él, para incrementar renovación de aire interior con aire exterior.

Son los mismos sistemas utilizados para climatización. Se  ha  de  maximizar  la  cantidad  de  aire  exterior  con  respecto  a  la  cantidad  de  aire  recirculado.  La  configuración existente y su modificación ha de estar a cargo de personal técnico especializado. El aire recirculado se puede filtrar mediante la introducción de un filtro en el sistema. Se ha de utilizar el filtro con mayor capacidad de filtración que sea capaz de soportar el Sistema.

El caudal de aire limpio conseguido se calcula teniendo multiplicando el caudal de aire recirculado por la eficacia del filtro utilizado. Estos sistemas están siendo usados en determinados colegios de algunas comunidades autónomas que no pueden abrir las ventanas de forma natural por el frío intenso.

Utilizar purificadores

Si no se pueden ninguno de los sistemas anteriores vistos, en la guía publicada por el CSIC para poder ventilar interiores, como las aulas, se habla de utilizar un purificador. Se coloca en el centro del aula si es posible y no ha de soplar directamente a los ocupantes.

El sistema más eficaz es la filtración, que consiste en hacer pasar el aire ‘contaminado’ a través de un filtro de alto rendimiento, generalmente filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air), que retiene las partículas y proporciona aire ‘limpio’. Se recomienda HEPA H13 o superior (>99,95% de eficiencia).

No son recomendables los sistemas con ionizadores o producción de ozono, ya que generan reacciones con otros elementos de la atmósfera que no se controlan y tienen consecuencias negativas de formación de contaminantes. Se han de cambiar los filtros siguiendo las recomendaciones del fabricante.