Santos Cerdán, a pie de obra (sólo le faltaba el casco)

En un intento, bastante patético, por cierto, de ponerse la venda antes de la herida, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha afirmado que es normal que preguntara por las obras que afectaban a la Comunidad navarra, restando importancia al hecho de que una de las empresas agraciadas con el contrato de 63 millones de euros del Gobierno foral es Servinabar, propiedad de Antxón Alonso, su gran amigo que se reunió varias veces con la presidenta navarra, María Chivite. Y, en el colmo del desahogo, dijo que no había nada delictivo en preocuparse por los proyectos en Navarra y País Vasco. Hombre, Santos, nada de malo habría en preguntar, pero lo tuyo iba mucho más allá. Es que te colaste en las reuniones para impulsar las obras de los túneles de Belate celebradas entre el Gobierno de Sánchez y el Ejecutivo navarro cuando no formabas parte de ninguno de ambos.

Santos Cerdán participó en las mismas, lo que demuestra que su interés iba mucho más allá de su condición de navarro, pues el Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos -y de Koldo García- puso 40 millones de euros del total de 63.

¿En condición de qué participó Cerdán, en noviembre de 2019, en dicha reunión, reservada a responsables y técnicos del Gobierno central y del Ejecutivo foral? ¿Por qué tanto interés en estar presente? Y ya puestos, ¿qué pintaba en la reunión celebrada el 22 de diciembre de 2020 entre Teresa Ribera y María Chivite y en la que se presentaron los proyectos navarros que podían optar a los fondos europeos?

Hombre, Santos, una cosa es estar al tanto y otra bien distinta es estar a pie de obra, que sólo te faltaba el casco. ¿Qué interés te movía en estar a toda costa? Dices que todos los diputados hacen lo mismo y sólo te ha faltado estar en la mesa de contratación. Al menos de eso, que se sepa, no hay constancia gráfica. De lo otro, sí.