Menos amenazas, papanatas
La megalomanía es un grave y peligroso trastorno de la personalidad caracterizada por fantasías delirantes de poder, relevancia, omnipotencia, grandeza y por un loco narcisismo sin control. Resumiendo, Pedro Sánchez es un macarra encapsulado en sus propios parámetros de necedad. Habla mal de todos, desde el Rey hasta los jueces y los periodistas que lo critican. No empatiza con el pueblo ni con las hortalizas que planta. Nació para odiar y ser odiado, sus aduladores lo detestan y no controla ni a su mujer, o no le metería en los líos que la mete y que él mismo promociona. Jorge Bustos dice que «huele a hule de charcutero». Y Alejo Vidal-Quadras lamenta el desinterés «del holograma que habita La Moncloa tras sufrir un ataque terrorista» y en justo pago a su vileza le acusa «de envilecer España».
Al Estado de Derecho se le defiende con más Estado de Derecho, afirman los jueces. Todo poder surge de la soberanía nacional y no de los caprichos de un vil zumbado, completamente fuera de su acuerdo. Todo poder del Estado debe someterse a la Constitución y nunca a los delirios de un autócrata con las meninges gripadas que encima nos amenaza con hacer lo que le plazca (para dementes peligrosos hay asilos con las puertas abiertas de par en par).
El CGPJ es un órgano constitucional que garantiza la total independencia de los jueces y el Poder Judicial no va a permitir que el disoluto Frankenstein se saque una dictadura de la manga por la cara bonita de Sánchez y la horrible de Conde-Pumpido, hecho que calificarían de «atropello constitucional» y rechazarían el golpe que planean de inmediato, aunque para ello tuviesen que recurrir a la Legión Española, el cuerpo de choque más solvente para estos menesteres y que es fiel, al 100%, a su juramento a la bandera, a la Constitución del 78 y al jefe del Estado, el Rey Felipe VI, así como a la defensa de la integridad del territorio nacional. Que en Ferraz no olviden que marinos, aviadores y guardias civiles también hicieron en su día el mismo juramento.
Así que menos amenazas, papanatas, flor de plástico, todo el mal que haces a España te va a fulminar. Y que la legislatura durará hasta 2027, ¡no te lo crees ni tú, farsante! Ya te tiemblan los mofletes de tanto mentir. Basta ver la cara que luces en el hemiciclo, así que menos ultimátums. Tú, con la indecente de Armengol, habéis consumado la mayor ofensa de la historia a la Familia Real impidiendo que la princesa Leonor sea Hija Adoptiva de Mallorca. La gente normal sabe las cerdadas que hacéis, la gente honesta que no se dedica a robar a manos llenas al estilo sanchista. Te vamos a correr hasta Caracas, inquisidor, pecho frío. Llévate a tus chonis de mercadillo en el cohete y que vitoreen a Maduro en su infierno tropical, cacho gafe.
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