La Fiscalía debería investigar a Podemos por incitar al odio y la violencia

El populismo de extrema izquierda se ha movilizado contra Isabel Díaz Ayuso utilizando un argumento que empieza a ser recurrente en el mundo podemita: que las restricciones decretadas por la Comunidad de Madrid responden a un intento del Gobierno del PP de segregar a los madrileños por razones de clase. Lo que pretenden es desenterrar la vieja lucha de clases marxista para trasladar la falaz idea que el plan de la Comunidad de Madrid busca confinar a las personas con menos recursos y restringir sus movimientos como hacían los nazis con los guetos judíos. Valga un ejemplo: el que fuera gerente del Ayuntamiento de Madrid con Manuela Carmena, Eloy Cuéllar, ha escrito en Twitter una frase que OKDIARIO reproduce de forma literal, entrecomillada, para que el lector se haga idea del grado de sectarismo que el populismo  comunista es capaz de alcanzar: «Llevo toda la vida viviendo en el barrio de Orcasur y aledaños (es parte de Orcasitas). Es uno de los barrios más pobres de Madrid. Barrio despreciado desde hace décadas por las Administraciones. ¿Me tengo que coser en la solapa una estrella de ciudadano de segunda confinado?»

Parece obvio que la izquierda está incitando al odio y la violencia, razón suficiente para que la Fiscalía abra una investigación. En un estado de derecho,  afirmaciones como esta resultan inaceptables. El ex gerente del Ayuntamiento de Madrid  sostiene que las medidas acordadas por el Gobierno de Díaz Ayuso frente al Covid-19 son «segregación clásica» y apoya, como no podía ser de otra manera, las manifestaciones jaleadas por Podemos a través de las asociaciones vecinales vinculadas históricamente a la izquierda. En el colmo del sectarismo ideológico, Cuéllar se ha colocado como imagen de su perfil de Twitter un logo amarillo, emulando la tela amarilla de la Estrella de David que portaban los judíos de la Alemania nazi, donde puede leerse: «Soy de Usera. Estoy en el gueto».

El aberrante argumento de este personaje, que calló cuando en lo peor de la pandemia, durante el estado de alarma, las zonas más desfavorecidas de Madrid sufrieron los efectos devastadadores del coronavirus, no es solo fruto de una mente calenturienta, sino el reflejo de una estrategia perfectamente diseñada al objeto de provocar un estallido social que derribe al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso