Opinión

La Junta Electoral tiene que intervenir ante la encerrona socialista contra Ayuso

Esta gente ya no sabe que hacer para evitar que Isabel Díaz Ayuso revalide su abrumadora victoria en las urnas y deje de nuevo retratado a Pedro Sánchez, que ha decidido utilizar los servicios del nuevo delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, su recién designado títere, para montarle a la presidenta de Madrid una manifestación el 2 de mayo, día de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, donde se celebrarán distintos actos institucionales. Francisco Martín, el que fuera fontanero de Moncloa como secretario general de Presidencia, arrancó sus ataques a Ayuso en el  primer discurso que pronunció nada más llegar al cargo, una prueba de que su designación respondía al plan del presidente de hacer frente a la jefa del Gobierno autonómico. Fue tomar la palabra y lanzar una catarata de reproches contra Ayuso, algo que se ha convertido en la tónica de sus intervenciones públicas.

Que Martín Aguirre haya dado su visto bueno a una concentración contra Ayuso el mismo día que se celebra la fiesta de la Comunidad y en las inmediaciones donde la dirigente madrileña presidirá los actos institucionales organizados, deja bien a las claras que el delegado del Gobierno no es otra cosa que una marioneta de Sánchez. A unos días del comienzo de la campaña electoral, el PSOE vuelve a alentar las manifestaciones contra Ayuso en una demostración de juego sucio, pero también de impotencia. A estas alturas, los madrileños saben perfectamente cómo se las gasta Pedro Sánchez y hasta donde está dispuesto a llegar para que Ayuso no vuelva a dejarle en evidencia en las urnas. Bien mirado, la estrategia es tan chusca que si la Junta Electoral no interviene, algo lógico dado que la concentración tiene un evidente tufo electoral y pretende lo que pretende, terminará por volverse en contra de una izquierda que no sabe cómo evitar el batacazo en los comicios. Eso sí, de aquí hasta el 28 de mayo, con la inestimable ayuda del tal Martín Aguirre, se inventarán cualquier cosa para tratar de evitar el desastre. Y más por las malas que por las buenas.