Podemos y Más Madrid organizan una concentración a favor de los okupas en Madrid

Podemos y Más Madrid han montado este lunes una manifestación a favor de colectivos okupas que usan espacios privados de forma ilegal para celebrar actividades de diverso tipo. Cargos públicos de ambas formaciones se han dejado ver junto a varias entidades vecinales que apoyan la usurpación de propiedades ajenas.

Como organizadores también ha participado la Asamblea REMA (Red de Espacios Autogestionados de Madrid). En la concentración se ha mostrado el apoyo explícito a «los 26 espacios okupados, cedidos o en propiedad que forman la Red REMA». Se ha dejado notar muestras de solidaridad con okupaciones como La Ingobernable, La Gasolinera, La Dragona, La Yaya, entre otros.

Las cuentas en Twitter de Podemos en la capital, Izquierda Unida, el Partido Comunista de España y Más Madrid han llamado a sus seguidores a acudir a la cita. Además, los concejales de Más Madrid Nacho Murgui, Jorge García Castaño y Mar Barberán se han dejado ver en la concentración.

Listado de okupaciones

Con su presencia han dado carta de naturaleza a las okupaciones ilegales de edificios y solares propiedad de terceros. Por ejemplo, se ha mostrado el apoyo a La Ingobernable, la usurpación durante el mandato de Manuela Carmena del edificio histórico ubicado en el Paseo del Prado, número 30. Un inmueble en pleno Triángulo del Arte donde Ana Botella había comprometido un nuevo museo de gran calidad. Sin embargo, el equipo de Gobierno de Ahora Madrid mantuvo una complicidad total con los okupas y rompió el contrato de la alcaldesa anterior.

Del mismo modo, los okupas hicieron de las suyas en La Dragona. Uno de los edificios históricos que se pueden encontrar en el cementerio de La Almudena. Tras años de litigios judiciales, la nueva Corporación municipal de José Luis Martínez-Almeida consiguió expulsar a los promotores de la okupación. La Policía encontró en el interior restos de plantaciones de marihuana.

En el mismo sentido, otra okupación que ha salido a relucir en la manifestación de este lunes es La Yaya. Un antiguo taller mecánico de grandes dimensiones en el distrito de Moncloa-Aravaca propiedad de la familia del cantante Julio Iglesias. En este caso, los okupas usurparon para hacer fiestas ilegales. El inmueble se convirtió en una especie de discoteca okupa en la que se denunciaron problemas con droga y vandalismo.

Esta manifestación de apoyo explícito a las diferentes okupaciones de Madrid se suma a la última que impulsaron desde Podemos hace unas semanas, en plena precampaña electoral, en el distrito de Arganzuela. Allí las juventudes del partido de Pablo Iglesias aplaudieron en redes sociales al grupo que había entrado por la fuerza en una antigua entidad bancaria. El objetivo era instalar en su interior un CSOA (Centro Social Okupa Autogestionado).

Rebeldía Madrid, las juventudes de Podemos en la región madrileña, publicaron en Twitter: «¡Enhorabuena! Este es el camino para construir el Madrid popular y digno que se merece su gente. ¡Viva la juventud organizada que lucha por sus barrios!». También la asociación #404 Comunicación Popular, que recibió 50.000 euros de la autodenominada ‘caja de solidaridad’ del partido de Pablo Iglesias, celebró el primer acto público de este colectivo.

La okupación fue bautizada como ‘Arganzuela 27’. Los protagonistas del acto ilegal trataron de justificar la usurpación en el hecho de que el Ayuntamiento de Madrid cerró el «espacio referencial vecinal» EVA (Espacio Vecinal Arganzuela) al no prorrogar la concesión. El equipo municipal explicó que esas dependencias municipales iban a ser necesarias para instalar a efectivos de SAMUR – Protección Civil. En un comunicado difundido en redes, ‘Arganzuela 27’ enmarcó el cierre de ese centro en «la declaración frontal contra cualquier ápice de organización colectiva en Madrid».

En dicha nota, los jóvenes okupas decidieron plantarse ante «ciudades neoliberales que obligan a la ciudadanía a sentirse sola, a transitarlas sin ocuparlas». Lamentaban que los espacios públicos estén hoy por hoy «privatizados» y «la vivienda, el ocio, la educación están subordinados a la lógica de la rentabilidad». «No queremos ser rentables, nuestros derechos no son un bien de mercado», zanjaron.