Madrid
Puerta del Sol

Adiós a la Puerta del Sol que conocíamos hasta ahora: el cambio es inminente

Quien haya caminado alguna vez por la Puerta del Sol en pleno verano sabe bien lo que significa cruzar ese amplio espacio abierto sin una sola sombra a la vista. El sol se nota de forma directa, las aceras queman y la sensación térmica es la más elevada de todas. A pesar de su belleza y simbolismo, este rincón emblemático de Madrid ha sido también, durante años, un horno de calor para vecinos y turistas. Pero eso está a punto de cambiar, con el cambio más importante que llega a la Puerta del Sol.

Desde hace décadas, la Puerta del Sol ha sido uno de los puntos más icónicos de la capital, tanto por su carga histórica como por su papel como epicentro urbano: es el famoso kilómetro cero, el lugar donde se celebran las campanadas de Nochevieja y uno de los espacios más fotografiados de la ciudad. Sin embargo, pese a sus reformas recientes, nunca se había resuelto uno de sus principales problemas: la falta absoluta de zonas de sombra en los meses más duros del verano. Ahora, por fin, el Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde a un proyecto largamente esperado. La instalación de toldos en la Puerta del Sol es ya una realidad inminente. Un cambio que supone un alivio climático, así como un gesto por adaptarse  a las necesidades reales de quienes habitan y visitan la ciudad. Pero ¿cómo van a instalar esos toldos y cuándo estarán disponibles?.

El cambio que llega a la Puerta del Sol de Madrid

Durante años, asociaciones vecinales, expertos en urbanismo y simples paseantes han alzado la voz ante el problema que supone atravesar la Puerta del Sol en verano. Las quejas se multiplicaron especialmente tras la última reforma, que, si bien renovó el aspecto de la plaza, dejó al descubierto su vulnerabilidad frente al sol. En lugar de árboles o estructuras que diesen sombra, el diseño final ofrecía una imagen despejada pero también, abrasadora.

El Ayuntamiento, consciente de estas críticas, comenzó a estudiar soluciones más funcionales, especialmente de cara al aumento progresivo de las temperaturas. El resultado ha sido un sistema de toldos que se desplegará durante los meses más calurosos, desde junio hasta octubre. Su instalación marcará un antes y un después en la experiencia de recorrer uno de los lugares más emblemáticos de Madrid.

Una estructura reversible, funcional y respetuosa

El gran reto del proyecto era compatibilizar la necesidad de sombra con la protección del patrimonio histórico. No es sencillo intervenir en un espacio como la Puerta del Sol sin alterar su esencia ni su valor simbólico. Por eso, el diseño que finalmente se ha aprobado ha pasado por varias revisiones hasta lograr el visto bueno de la Comisión Local de Patrimonio Histórico.

La propuesta, a cargo del estudio Linazasoro-Sánchez, ha resuelto este dilema con una estructura que no será permanente. Se trata de una solución reversible: mástiles de acero que servirán de anclaje a unas lonas tensadas en tonos claros. El sistema ha sido supervisado por expertos que han garantizado su resistencia ante las inclemencias del tiempo, como fuertes rachas de viento, y su escaso impacto visual sobre el conjunto arquitectónico.

La sombra más que necesaria en la Puerta del Sol

Cada verano se baten nuevos récords de temperatura, y los espacios públicos necesitan adaptarse si quieren seguir siendo habitables. En este sentido, el cambio con la instalación de toldos en la Puerta del Sol es más que una obra urbana. Es algo del todo necesario para quienes pasan a diario por este lugar, o lo visitan de forma turística.

Aunque en su día se barajó la opción de plantar árboles o añadir más zonas verdes, las características del subsuelo de la plaza (repleto de infraestructuras) lo hacían inviable. Esta solución textil, por tanto, no sólo es viable técnicamente, sino también práctica y rápida de implementar. Y aunque el sistema se retirará cada año tras el verano, su efecto será duradero en la percepción ciudadana.

Cuándo se van a instalar los toldos en la Puerta del Sol

Aunque la instalación debía haberse iniciado en mayo, la Comisión de Patrimonio solicitó ajustes en el diseño que retrasaron el proceso. Sin embargo, el proyecto ya ha superado ese último escollo, y la maquinaria está en marcha para que los toldos se instalen durante este mes de junio. No hay aún una fecha exacta, pero se han comenzado a fabricar los anclajes modificados, lo que indica que su colocación será cuestión de días o semanas.

Así, este mismo verano podremos ver (y sentir) una Puerta del Sol distinta. No solo más cómoda, sino también más acogedora. Los toldos ofrecerán un respiro a quienes atraviesen la plaza, permitirán usarla como zona de descanso y la integrarán mejor en la vida diaria durante los meses de calor extremo y hasta bien entrados en el otoño.