Internacional

Turquía rechaza las acusaciones de Egipto sobre su papel en el conflicto de Libia

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía ha rechazado enérgicamente las acusaciones de El Cairo contra Ankara en relación con su presencia en el conflicto de Libia, apenas unas horas después de que el presidente de Egipto presentase una iniciativa para poner fin a la guerra que asola a la nación norteafricana. “Rechazamos las acusaciones infundadas del Ministro de Asuntos Exteriores egipcio Sameh Shoukry contra Turquía en el contexto de Libia”, ha aseverado el portavoz del Ministerio turco, Hami Aksoy.

Asimismo, Aksoy ha culpado al mariscal de campo Jalifa Haftar, comandante en jefe del Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés) y a sus aliados, haciendo referencia a Egipto, de ser “los verdaderos obstáculos para alcanzar la paz en Libia al intentar derrocar al Gobierno legítimo y establecer un régimen autoritario”. “No es sorprendente que los que han llegado al poder a través de un golpe de estado apoyen a un golpista. El apoyo militar de Egipto a Haftar durante un año constituye una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, ha denunciado Aksoy.

El Ministerio de Asuntos Exteriores turco ha hecho estas declaraciones al mismo tiempo que las milicias respaldadas por mercenarios reclutados por su país reconquistaban la estratégica localidad de Al Wishka y alcanzaban el centro de la ciudad costera de Sirte, en el centro de Libia. Ankara defiende su presencia en Libia y ha afirmado que continuará apoyando al que considera que es el Gobierno legítimo de la nación norteafricana. Más de un año después de que el mariscal de campo, Jalifa Haftar, iniciase una ofensiva militar para hacerse con el control de la capital del país, Trípoli, sus milicias se han visto obligadas a retroceder en algunos lugares estratégicos como Sirte o el aeropuerto de la capital, inhabilitado desde 2014 y una de las posiciones claves para defender la ciudad a través del eje del sur.

El Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), con sede en la capital, respaldado por los Hermanos Musulmanes e Italia y reconocido internacionalmente por Naciones Unidas, recibe ayuda militar de Turquía y Qatar; mientras que el LNA cuenta con el apoyo de Rusia, Egipto, Emiratos Árabes, Francia y Arabia Saudí, entre otros. En respuesta a los avances del LNA durante el último año, el Gobierno de Trípoli encabezado por Fayez Sarraj inició la operación Tormenta de Paz, con el fin de contrarrestar los ataques que estaban destruyendo la capital del país.

El caos y la inestabilidad han conquistado Libia desde la muerte de Muammar Gadafi. Desde entonces, en el país han convivido dos administraciones rivales, una en el este y otra en el este, que son incapaces de llegar a un acuerdo y que controlan distintas zonas de un estado, caracterizado por el tribalismo y sus yacimientos petrolíferos. Los últimos acontecimientos y la presencia de Ankara en esta región han hecho reaccionar a Egipto quien, en las últimas horas, presentó una iniciativa para poner fin al conflicto que asola a la nación norteafricana; iniciativa que obligaría a “respetar los esfuerzos internacionales y declarar un alto el fuego en Libia”, un cese de hostilidades que, en palabras del mandatario egipcio, comenzará a las seis de la mañana de este lunes.

Al Sisi anunció este plan después de reunirse en el Palacio Federal con Aqila Saleh y el mariscal de campo Haftar, en presencia del teniente general Mohamed Zaki, el ministro de Defensa egipcio, Abbas Kamel, jefe de Inteligencia egipcia, Ali Abdel Al, jefe del Parlamento egipcio, y Sameh Shoukry, el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, según ha señalado un portavoz de este organismo al medio Al Ain.