Internacional

Putin cree que una Ucrania en la OTAN es una «amenaza» y reconoce la soberanía de Donetsk y Lugansk

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha señalado este lunes que Rusia se enfrenta a «una amenaza como la entrada de Ucrania en la OTAN» por lo que ha dicho que «la amenaza para nuestro país se incrementará».  El mandatario ruso ha trasladado al presidente de Francia y al canciller de Alemania, Emmanuel Macron y Olaf Scholz, respectivamente, que «firmará un decreto relevante» sobre Donetsk y Lugansk, donde podría reconocer su soberanía.

Putin ha precisado que «ya que nadie reconoce la voluntad del pueblo de Crimea y Sebastopol, Ucrania insiste en que es parte de su territorio». Además, Putin aseveró desde el Kremlim, que su país tiene una amenaza real y que van a luchar por «reclamar este territorio, que ellos consideran propio, de manera militar. Y hablan de eso -continuó- en sus documentos internos».

Putin ha señalado que «en este caso, toda la OTAN estará obligada a participar en estos eventos. He hablado con mis colegas de la Alianza sobre la entrada de Ucrania en esta organización y mi colega estadounidense (Joe Biden) dice que -hoy- no va a ser aceptada».

Vladimir Putin ha admitido que es posible que pudiera haber una moratoria, porque quizá Ucrania no esté preparada para ingresar en la Alianza. «Mi respuesta es sencilla, no creo que esta circunstancia sea una concesión para nosotros, sino una implementación de sus planes».

Putin dice a Scholz y Macron que «firmará un decreto» sobre Dontsk y Lugansk

En un comunicado, el Kremlin ha indicado que, ante esta información, Macron y Scholz han expresado su «decepción» pero han señalado su disposición a continuar con los contactos para hallar una solución diplomática a la crisis.

Los rebeldes de las administraciones autoproclamadas en Donetsk y Lugansk han pedido abiertamente este lunes a Putin que dé el paso y reconozca la independencia de ambos territorios, tal como planteó la semana pasada la Cámara Baja del Parlamento ruso. Estados Unidos, la OTAN y la UE ya advirtieron de que sería una línea roja en la actual escalada de tensiones.

Los líderes separatistas de Donetsk, Denis Pushilin, y Lugansk, Leonid Pasechnik, creen que es necesario que Moscú les conceda un nuevo estatus para proteger a la población y las infraestructuras civiles de la «agresión» del Ejército ucraniano. Pushilin incluso ha planteado la posibilidad de reforzar la cooperación en materia de Defensa, según la agencia de noticias Sputnik.

Los rebeldes controlan gran parte de la región del Donbás desde 2014, fruto en gran medida del apoyo recibido desde Rusia. Durante estos últimos días, han acusado a Kiev de ordenar nuevos bombardeos indiscriminados, en unas criticas similares a las expresadas, pero en sentido contrario, por el Gobierno de Ucrania.

Moscú ha emplazado a Kiev a dialogar directamente con los rebeldes, algo que las autoridades ucranianas siempre lo han descartado para apostar, en cambio, por formatos de negociación internacionales como el Cuarteto de Normandía, que además de a Ucrania y a Rusia incluye también a Francia y a Alemania.

Por su parte, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha advertido de que un eventual reconocimiento de Donetsk y Lugansk sería una «ruptura unilateral» de los Acuerdos de Minsk. Scholz ha trasladado al mandatario ruso que este paso estaría «en total contradicción» con los acuerdos, según ha informado un portavoz de la Cancillería alemana y ha recogido la agencia de noticias alemana DPA.

Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia. Las hostilidades han dejado hasta la fecha unos 13.000 muertos, según estimaciones de la ONU.