El gobernador de Lugansk reconoce que «entregaron» Severodonetsk a Rusia por falta de armamento

Lugansk (Ucrania)
Soldado ucraniano en Lugansk (Foto AP/Oleksandr Ratushniak)

El gobernador de Lugansk, Sergei Gaidai, ha confesado que «entregaron» Severodonetsk, al este de Ucrania, a las tropas rusas en junio debido a la falta de armamento, especialmente de lanzacohetes múltiples.

«Si hubiésemos tenido lo que tenemos ahora y esas batallas hubieran comenzado ahora, entonces tal vez habríamos mantenido almacenes. Antes no había tal oportunidad. Tenían una ventaja en términos de artillería», ha explicado en una entrevista.

El gobernador de Lugansk ha apuntado a la falta de sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple (HIMARS) procedentes de Estados Unidos. «Entonces no había tal cosa. Fue muy difícil contener toda esa afluencia racista (refiriéndose a las tropas rusas)», ha agregado al respecto.

Por otro lado, en una entrevista recogida por Europa Press, Gaidai ha hecho hincapié en que la decisión de retirarse de Severodonetsk no fue entregada por los militares que se encontraban en sus posiciones. Así ha descartado las acusaciones de «traición» por la «entrega» de la ciudad.

El Ministerio de Defensa ruso confirmó la toma de Severodonetsk y Borovskoye en una ofensiva que atribuyó a la Milicia Popular de la autoproclamada República Popular de Lugansk. Los avances de Moscú se dieron después de que las autoridades ucranianas confirmaran que habían perdido el control de Loskutivka y Ray-Oleksandrivka.

Las tropas rusas sitiaron en junio la planta química de Azot, en Severodonetsk, con decenas de soldados ucranianos en su interior. Este episodio recordó así a lo ocurrido en la planta siderúrgica de Azovstal, ubicada en la ciudad portuaria de Mariúpol y último bastión de las fuerzas ucranianas en la zona.

Ucrania habla de «estabilización»

Este miércoles, coincidiendo con el Día de la Independencia de Ucrania, el ministro de Defensa, Oleksi Reznikov, ha asegurado que el peor de los escenarios de guerra ha quedado atrás y ahora Kiev están en una nueva fase de «estabilización» de la situación para contragolpear.

«Estamos en una etapa de estabilización en todo el campo de batalla o en los frentes con pequeños movimientos de las unidades, haciendo muchos buenos movimientos de disuasión», ha contado Reznikov.

Esa «nueva etapa» de la guerra, ha explicado, permitirá a las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzar nuevas contraofensivas «en otras direcciones», por lo que ha pedido a sus socios internacionales que no caigan en ese «síndrome de fatiga» que se produce cuando se prolongan este tipo de conflictos bélicos.

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