‘First Dates’: Rafael reconoce que está buscando una “mujer llaverín”

Nada más ver al nuevo comensal entrar por la puerta de ‘First Dates’ el pasado martes 13 de abril, Carlos Sobera ya se percató de su buen estado de salud. «Tú tienes que ligar mogollón”, afirmó el presentador tras ver la buena forma física y el bronceado veraniego de Rafael, un asturiano de 59 residente en Tenerife.

“Soy entrenador personal y doy clases al aire libre. Dicen que transmito energía, y en mi trabajo tengo que hacerlo para seguir con la actividad diaria», explicó el comensal.

Pero para conocer un poco más la situación sentimental por la que ha pasado, Cobera quiso saber qué es lo que había fallado en sus relaciones anteriores. «Soy muy exigente […] Me he casado dos veces y lo que le pido a una mujer es que sea fiel, yo nunca he sido infiel”, afirmó muy seguro.

Pero sin duda la respuesta que más sorprendió al conductor del programa de citas más importantes de la televisión de nuestro país fue la siguiente; haciendo referencia a sus preferencias físicas de una mujer: «Estoy buscando a una mujer, como decimos en Asturias, un ‘llaverín’, sin querer menospreciar ni insultar: Que sea bajita, manejable, deportista, que se cuide y le guste el aire libre”.

Momentos después de esta charla entre comensal y presentador en la barra de bar de ‘First Dates’, pudimos conocer a Yolanda, su próxima cita. «Soy una mujer bastante abierta, me gusta la gente que me transmite paz porque estoy en un punto muy zen de mi vida, y me dé positividad porque huyo de la gente tóxica”, relataba en su vídeo de presentación.

«Mi primera impresión al verla ha sido muy buena y positiva. Creo que puede resultar bien la cita», afirmó el asturiano después de conocerla; aunque la opinión de la profesora fue algo diferente: «Me esperaba alguien más alto que yo y más fuerte. No me ha encantado, pero voy a conocerle”.

Después de una correcta cena en el restaurante más famoso de Mediaset, en la que hablaron sobre sus gustos, aficiones y respectivos trabajos, no consiguieron conectar emocionalmente. Y aunque el asturiano estaba dispuesto a tener una segunda cita con Yolanda, ésta no quiso volver a quedar. “Pero sí podemos vernos para tomar unas cañas y hacer submarinismo”, añadió la profesora.