España
Vox en el Congreso

Vox apuesta por dar más protagonismo a sus rostros femeninos en la nueva legislatura

Vox busca el voto femenino. El partido de Santiago Abascal por ello ha decidido hacer una apuesta por sus dirigentes mujeres. De esta forma, tendrán más protagonismo figuras como Macarena Olona o Patricia Rueda.

Durante la nueva legislatura, según publica EFE, Vox dará espacio a sus rostros femeninos para trasmitir sus mensajes en los medios de comunicación. En su recién estrenada condición de tercera formación en el Congreso, dará más proyección a sus mujeres portavoces.

Hasta ahora Rocío Monasterio, actual portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, se había quedado como la mujer con más visibilidad en la formación de color verde. Junto a su marido Iván Espinosa de los Monteros y el número dos de Abascal, Javier Ortega Smith, han formado la cúpula de Vox que ha identificado muchos españoles.

Vox quiere que Monasterio no sea la única mujer conocida del partido casi desde sus orígenes. Además del propósito de enmienda, ya en la pasada legislatura fallida, la secretaria del grupo parlamentario, Macarena Olona, ha despuntado como cabeza visible de la formación tras intervenciones y decisiones parlamentarias que han acaparado la atención de los medios de comunicación. Sin embargo, durante unos meses esta diputada alicantina y abogada del Estado se centrará en el cuidado de su bebé recién nacido.

Ahora, trece de sus 52 diputados son mujeres y Vox quiere que tengan una voz fuerte. Entre aquellas que tendrán un papel estelar, según las fuentes internas consultadas, están Patricia Rueda, Cristina Esteban Calonge, Rocío de Meer, Magdalena Nevado o Patricia de las Heras son nombres que van a comenzar a sonar, apuntan fuentes del partido.

Asumirán la defensa de iniciativas parlamentarias en los distintos órganos de la cámara, que también explicarían ante los medios de comunicación. Más presencia y más proyección para feminizar el partido. Una apuesta que además creen que contribuirá a mejorar la forma de comunicar sus mensajes.

Sin renunciar en absoluto a sus planteamientos ni matizarlos, ven que hay temas sensibles que llegan de distinta manera a los ciudadanos según los traslade un miembro u otro del partido a la opinión pública y, en algunos casos, creen que lo que «de verdad piensa Vox» se transmite mejor cuando quien lo plantea es una mujer.

Los mismos planteamientos

Uno de esos asuntos es la violencia de género, denominación que rechazan de plano al considerar que «no existe» y prefieren hablar de «violencia intrafamiliar», un concepto que entienden más amplio y que abarcaría a todo tipo de violencia.

Se contraponen así a lo que llaman feminismo «supremacista, radical y totalitario» que «colectiviza y victimiza a la mujer» y le «enfrenta» al hombre, al tiempo que piden reformar la legislación actual para transformarla en una ley que «proteja por igual a ancianos, hombres, mujeres y niños».

Su negacionismo de la violencia machista ha impedido aprobar este año declaraciones institucionales en el Congreso, en parlamentos regionales y ayuntamientos en contra del maltrato de las mujeres, lo que ha vuelto a situar a Vox en el centro de la polémica.

Conscientes de que este tipo de polémicas no ayudan, ahora buscarán cambios en la forma de contar sus ideas y, para ello, se contará también con las mujeres de Vox.