Rafael Hernando: «Nuestro socio natural es Ciudadanos»

A doce días de las elecciones generales, todos los partidos políticos apuran sus actos con la intención de llegar al mayor número de votantes posibles. Entre los nombres que estas semanas hacen campaña por el Partido Popular está Rafael Hernándo (Guadalajara, 1961), portavoz del PP en el Congreso.

«Que Rivera firme un pacto de Estado para comprometerse a investir al partido más votado»

P: Pregunta obligada ¿Balance del debate de anoche?

Se vio claramente que hay un partido ganador, que es el PP y que defendió brillantemente Soraya Sáenz de Santamaría y tres candidatos que aspiran a ver quién hace de líder de la oposición la próxima legislatura. El grave peligro que tiene esta situación en España es que los tres perdedores puedan consagrar un pacto en contra del resultado final en las urnas, lo cual sería una anomalía en nuestra democracia.

P: Albert Rivera ya ha dejado claro que no cree en el tripartito…

R. Eso lo dijo anoche, pero hace dos días dijo justamente lo contrario. Vamos a ver que es lo que hace porque la realidad es que pertenece a un partido que se dice socialdemócrata en su programa y que en Andalucía se ha convertido en el felpudo naranja de Susana Díaz, mientras que en otras partes de España no hace más que poner zancadillas al PP.

Lo que haría falta es que el señor Rivera se comprometiera a firmar un pacto de Estado en apoyo de la estabilidad y gobernabilidad de España.

P: ¿Eso pasaría por la firma de un compromiso por el que la gobernabilidad fuera para el partido más votado?

R. Exactamente, comprometerse a apoyar al Gobierno a través de un acuerdo que supusiera apoyar una investidura y por lo tanto a tener un Parlamento estable capaz de hacer las reformas que requiere el país y afrontar los retos internacionales y el independentismo en Cataluña.

P. Bueno, una cosa es dejar que el más votado pueda formar Gobierno y otra adquirir el compromiso de apoyar sí o sí su investidura. ¿Esto no es mermar, de alguna manera el juego democrático?

R. No, yo creo que se ha demostrado históricamente que cuando mejor se ha gobernado España sin que hubiera mayoría absoluta, ha sido cuando ha habido un Gobierno que contaba con un apoyo en la investidura y por tanto con unos objetivos para la legislatura, como en el año 96. Mientras que con el señor Rodríguez Zapatero tocó la época de la llamada «geometría variable», en la que cada semana, formaba mayoría con un partido político u otro, lo que llevó a profundizar aún más la crisis en España y en momentos de dificultad, a no saber el rumbo y el camino que había que emprender para que una crisis tan grave afectara lo menos posible a los españoles.

«Rajoy no pintaba nada en el debate»

P. ¿Le pareció bien la ausencia del presidente del Gobierno en el debate a cuatro?

R. Pues sí. Yo creo que se demostró que el presidente del Gobierno no pintaba nada en ese debate. Evidentemente tiene que haber, dentro de lo que son los usos y costumbres normales, la celebración de todo tipo de debates…

P: Perdóneme, ¿por qué no pintaba nada el presidente en ese debate?

R. Porque yo creo que, como es tradición en este país, lo que tiene que hacerse es un cara a cara en el que finalmente, los dos candidatos que aspiran a la Presidencia del Gobierno y a liderar la oposición, contraponen sus modelos y propuestas.

En un debate a cuatro, aparte de ser un espectáculo para televisión, es muy difícil tener capacidad para exponer con claridad y replicar a los demás. Al final se convierten en debates de tres contra uno.

«Pedro Sánchez tiene complejo de Pablo Iglesias»

P. ¿Quién cree que va a liderar la oposición si el PP renovara Gobierno?

R. Lo lógico sería que lo fuera Pedro Sánchez, aunque últimamente la verdad es que el Partido Socialista anda muy perdido. Yo creo que el problema que han tenido es que han sufrido un terrible complejo por la parición de nuevas formaciones políticas  y eso les ha llevado en ocasiones a renunciar a sus principios y hacer de los mismos postulados radicales.

Si uno tiene complejo de Pablo Iglesias o de coleta, al final te acabas confundiendo y acabas confundiendo a la gente.

P. ¿Cree usted que Pedro Sánchez tiene complejo de Pablo Iglesias?

R. Sí, yo creo que ha estado durante toda la legislatura afectado por esos complejos.

P. Nos ha respondido a la pregunta de quién cree que será el líder de la oposición y ahora le pregunto ¿Quién quiere que lo sea?

R. Quiero que sea Sánchez. Porque creo que España ha sido un país en el que el modelo bipartidista ha sido un modelo de éxito, un modelo que ha permitido la alternancia con distintas formas, distintas mayorías… 37 años de una Constitución que ha sido la que más prosperidad y estabilidad ha dado a un país como el nuestro y que nos ha convertido en el quinto país del mundo que más ha crecido en este tiempo.

«Albert Rivera empezó siendo ‘Naranjito’ y ahora se cree el ‘Rey Sol’»

P. Si los datos que están arrojando las encuestas se convierten en definitivos, ustedes van a a necesitar un socio para gobernar ¿Quién va a interpretar ese papel?

R. Yo creo que el socio natural del Gobierno sería alguien que esté más próximo a nosotros que el señor Sánchez, lo lógico es que fuera el señor Rivera, pero eso va a depender de que él tenga la madurez suficiente para afrontar el papel que le corresponderá tener en el próximo Parlamento. A veces le veo preso de sus egos y eso puede confundirle. Espero que sepa asumir cuál es su responsabilidad ante un momento que abre una etapa nueva.

P. ¿Se ha arrepentido usted muchas veces de llamar a Albert Rivera «Naranjito»?

R. No, yo lo que quería reflejar era sencillamente, la existencia de un líder político que acababa de empezar y de un partido que estaba empezando a madurar sin ningún tipo de experiencia de gobierno y esto es muy importante porque lo que vamos a elegir es al próximo presidente del Gobierno y a los parlamentarios y parlamentarias que van a legislar sobre el futuro de España. El problema es que a alguno que empezó siendo «Naranjito» le veo en ocasiones creerse el «Rey Sol» que piensa que todos debemos estar a su alrededor. No, no me arrepiento en absoluto.